El precandidato a las primarias que el PSdG celebrará en octubre, Juan Díaz Villoslada, mantuvo ayer diversos encuentros con la militancia ourensana a la que pidió poner fin a las batallas internas. Una labor complicada en una provincia en la que los socialistas están fuertemente divididos. Afín a Pedro Sánchez, apostó por la "integración colectiva" y pidió a los compañeros del partido en Ourense un proceso de primarias "sin manipulación ni juego sucio", apostando por una campaña "constructiva para llevar al PSdG a lograr no sólo la hegemonía de la izquierda en Galicia, sino la hegemonía social".
Villoslada celebró una comida de trabajo con la agrupación de Maside, y por la tarde se reunió con los militantes de Celanova y posteriormente en Bande con las agrupaciones de la Baixa Limia. El precandidato rememoró su origen ourensano (actualmente es diputado por A Coruña) y su etapa como militante de base, y expuso su labor como parlamentario. Próximo a Pedro Sánchez, que en Galicia obtuvo un respaldo del 65% y en Ourense el 55% de los votos, quiere mantener la "ilusión" que aquel proceso generó en la militancia reclamando también un "nuevo momento" para el socialismo gallego: "El que no sea capaz de pasar la página de la confrontación interna", dijo, "no estará capacitado para ser un secretario general que construya una alternativa seria".
También se comprometió a dar mayor protagonismo a las mujeres ya que la "lucha por la igualdad debe comenzar por el propio partido", indicó.
