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José Paz: "Una de las cosas que más lamento es no haber podido conocer a Vicente Risco"

"Desde 2002 paso largas temporadas en Bengala de India, investigando sobre Tagore"

José Paz, en su gran biblioteca dedicada a Tagore. // Brais Lorenzo

El profesor José Paz, que vive la mitad del año en Santiniketon (Bengala-India) investigando sobre Tagore y sus múltiples facetas, en la Biblioteca-Museo dedicada al vate bengalí, en su Universidad Internacional de Visva-Bharati, está preparando dos artículos sobre Vicente Risco para ser publicados en la revista The Visva-Bharati Quarterly, creada por Tagore en 1923. El primero será de su autoría y servirá para dar a conocer a los bengalíes que Risco fue el primero que habló en España de Tagore. El segundo, con una pequeña introducción suya, será la versión completa en inglés de la conferencia que Risco pronunció sobre Tagore en el Ateneo de Madrid el 7 de marzo de 1914. Se completará con el pequeño artículo que Risco escribió sobre Tagore en la revista ourensana La Centuria en octubre de 1917. Posteriormente, ambos artículos serán publicados en bengalí en la tagoreana revista Visva Bharati Potrika.

-¿Usted ha conocido a Vicente Risco?

-No. Una de las cosas que más lamento en mi vida es no haber podido conocer personalmente a Vicente Risco. Me habría encantado haberlo conocido y haber aprendido de sus palabras y enseñanzas. Una vez más, como en muchas ocasiones, la culpa la tuvo el destino, en lo que cada vez creo más como los hinduistas, por vivir en la Bengala de India por largos periodos de tiempo. Yo vine a residir a la ciudad de Ourense, desde mi aldea de Corna (Piñor), a finales de septiembre de 1963, para estudiar la carrera de Magisterio, y Risco había fallecido en abril de ese mismo año. Por esta razón jamás lo vi en persona.

-Pero lo conoció a través de su obra.

-La persona que realmente más me ayudó a conocer la gran figura de Risco, al que mucho admiraba, fue el pintor Pepe Conde Corbal. Los que formábamos el grupo "Adepende" para salvar de la piqueta el Teatro Principal de la calle de la Paz, organizamos una linda y magna exposición, tomando como corazón de la misma nuestro teatro, y alrededor los hermosos rincones de nuestra ciudad y las "desfeitas" más importantes. Estábamos a finales del año 1975, la exposición la elaboramos en el estudio del pintor en un bajo de una casa del Parque de S. Lázaro, con la ayuda del Colegio de Arquitectos. Conde Corbal, que era el verdadero "alma mater" del grupo, apareció un día con ese lindo libro que es El Ourense Perdurable, con textos de Risco. Los que sirvieron de base fundamental para los textos de los pies de los grandes paneles de la exposición. La que se mostró en los salones del Liceo Recreo en diciembre de 1975. Yo guardo como oro en paño la colección de diapositivas con las imágenes de esta muestra. Es curioso, pero incluso el nombre "Adepende" de nuestro grupo tenía un profundo sentido risquiano.

-¿Cómo surge su interés por la figura de Tagore?

-Yo empecé a leer a Tagore en 1964, en la época más entusiasta de mis lecturas. Estaba estudiando para maestro en la Escuela Normal. Después de 1961, año del centenario del nacimiento del gran escritor bengalí, comenzaron a reeditarse sus obras y a realizarse nuevas traducciones de originales inéditos. Un día vi en el escaparate de la antigua Tanco, en la calle del Paseo, la novela de Tagore El naufragio, traducida por Zenobia Camprubí. Entré y la compré. Confieso que me encantó y todavía es hoy la novela que más me gustó de las muchas que leí de él y otros autores. Más tarde me gustó más cuando la leí en portugués, en traducción desde el bengalí por el goés Telo de Mascarenhas. Un buen día de 1965, en la pequeñita librería del bueno de Clemente de la calle del Progreso, adquirí un ejemplar del libro Morada de Paz (Shantiniketan), editado en Buenos Aires por la editorial Losada. Entonces descubrí que Tagore también había sido un gran educador, creador de la primera Escuela Nueva de Asia. Desde ese momento no he dejado de leerlo, ni de investigar sobre sus múltiples facetas de escritor en todos los géneros literarios, grande pedagogo, músico, pintor, filósofo, reformador social, peregrino por casi todo el mundo, pacifista y defensor de la mujer. Por esto, desde 2002 paso largas temporadas en su complejo educativo, en el corazón de la Bengala de India, y desde 2010, periodos de seis meses, de octubre a abril (época del mejor clima), investigando sobre la figura del que los tagoreanos consideramos el "Leonardo Da Vinci del siglo XX".

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