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El fuego arrasó 3.700 hectáreas en lo que va de verano, un 40% más que el año pasado

La provincia registró 27 focos importantes y un mes de agosto virulento, con frentes que requirieron varios días de extinción y cinco siniestros que superaron las 100 hectáreas

El incendio de Vilamaior do Val, Verín, cercó las casas en A Fraira, Vilardevós. // Brais Lorenzo

El remate del período vacacional no pone fin a una de las peores amenazas que se cierne sobre la provincia de Ourense cada verano, los incendios forestales. Septiembre ha sido históricamente un mes malo para los montes ourensanos. Sin ir mas lejos, el verano pasado ardieron ese mes más de 7.000 hectáreas en menos de dos semanas y en dos grandes oleadas de fuegos concentrados en ocho municipios de la frontera con Portugal, casi la misma superficie arrasada por el fuego en todo 2015 en Ourense.

Es por eso que los medios de extinción siguen en guardia y muy atentos a la meteorología. La previsión no es buena en este sentido, ya que no habrá lluvia en los próximos días y las temperaturas serán altas en Ourense por la influencia anticiclónica.

Si bien el pasado verano la mayor actividad incendiaria se registró en la primera quincena de septiembre, este año los fuegos han atacado la provincia con insistencia desde el 15 de julio, siendo el mes de agosto el más virulento con 17 focos que superaron las 20 hectáreas. En lo que va de campaña, incluyendo dos fuegos registrados los días 19 y 25 de junio en Quins, Melón, que arrasaron 160 y 16,6 hectáreas, respectivamente, han ardido en la provincia de Ourense al menos 3.689,63 hectáreas de monte.

Esta cifra no es la definitiva, ya que sólo incluye los fuegos sobre los que informa la Consellería de Medio Rural, que son aquellos que superan las 20 hectáreas o que han supuesto algún tipo de complicación. En todo caso, este cómputo permite avanzar ya que la lacra de los incendios forestales ha sido este verano más destructiva que los anteriores. Entre julio y agosto de 2016 ardieron en la provincia 2.185 hectáreas en fuegos informados por Medio Rural, un 40% menos que lo ardido esta campaña.

En total, se contabilizan un total de 27 focos importantes entre el 19 de junio y el 25 de agosto, entre los que ocho superaron las 100 hectáreas. Este último mes ha sido especialmente duro para los montes ourensanos con cinco frentes que adquirieron gran virulencia y requirieron varios días para su extinción en Vilariño de Conso (120 hectáreas ardidas en Castiñeira), Monterrei (384 en Infesta), Chandrexa de Queixa (369 hectáreas quemadas en la parroquia de Queixa) y Castro Caldelas (265 hectáreas arrasadas en O Burgo). Entre los 17 incendios importantes registrados en agosto se incluye el declarado el día 3 en Vilamaior do Val, Verín, en el que ardieron 1.372 hectáreas. Este fuego es hasta ahora el único gran incendio forestal (más de 500 hectáreas) registrado durante la actual campaña en la provincia.

Este siniestro puso en peligro el pueblo de Queirugás, en Verín, y de A Fraira, Devesa y Osoño, en Vilardevós, además de sembrar el pánico entre los conductores de la A-52 y la N-525, que tuvieron que ser cortadas al tráfico. Las llamas pusieron en jaque a los medios de extinción y emergencias y llegaron a movilizar a un total de 121 brigadas, además de 6 técnicos, 65 agentes forestales, 74 motobombas, 7 palas, 16 helicópteros y 9 aviones, además de la Unidad Militar de Emergencias, UME, del Ejército, patrullas de Tráfico, dotaciones de bomberos y GES.

El 21 de agosto también fue necesario activar el nivel 2 en el incendio de Amoroce, en Celanova, en el que ardieron 16,5 hectáreas de monte, la mitad arbolado, y el fuego se aproximó peligrosamente a las casas de dicha localidad.

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