Josi Lage (O Carballiño, 1971) lleva más de una década dirigiendo el Festival de Teatro Galego (FETEGA), uno de los certámenes teatrales más importantes y el más longevo de la geografía gallega. A pesar de las dificultades económicas, la 28ª edición del evento ofrece un día más de espectáculos. Del día 5 al 9 de septiembre, actores reconocidos como Ernesto Chao, Sergio Pazos, Guillermo Carbajo o Miguel de Lira dejarán sus huellas sobre las tablas del Auditorio Municipal de O Carballiño.

-Mira que siendo de familia pulpeira, vas a conseguir que O Carballiño sea más recordado por el teatro que por el pulpo.

-(Ríe) Hay que unir todo. La gastronomía y la cultura pegan muy bien. En uno de los espectáculos en el que participé, sacábamos un pulpo a escena y lo mazábamos encima de una mesa, lo cual era algo muy vanguardista. Salpicábamos a todo el público y dejábamos un fuerte olor a pulpo en el teatro. Se titulaba "A veces nos sentimos tan cansados que hacemos estas cosas".

-¿Cómo se tomaron en su familia que Josi quisiera ser actriz?

-Bien. Soy actriz gracias a mis padres, que siempre me animaron a ello. Desde los cinco años, quería ser actriz. Y eso que en O Carballiño, hace 28 años, no había casi ninguna referencia teatral; por ello, defiendo que se lleve el teatro a las escuelas: es una actividad pedagógica y liberadora. El teatro debería ser una asignatura en los colegios.

-¿Y cómo logra tomar el camino para convertirse en actriz?

-En mi época de niñez, no había tecnología para informarme dónde estudiar, qué asignaturas se podían cursar o cuándo serían las pruebas de acceso. Me planteaba hasta ser policía. Pero, cierto día, llega una información a la asociación de teatro aficionado Orballo, donde yo actuaba, sobre las escuelas de arte dramático de España. Le digo a mis padres que quiero estudiar arte dramático y me animan a ello. Luego, tuve la suerte de que se cruzaran en mi camino gente generosa, buenos profesionales y personas que han confiado en mi trabajo y que han hecho que mi amor por el teatro siguiera creciendo dándome, además, trabajos interesantes. Lo que tengo claro es que no hago un papel si no me llena, si no supone una transformación como ser y como actriz.

-¿Ha rechazado muchos papeles a lo largo de su carrera?

-Sí. No eran lo suficientemente interesantes. He rechazado papeles de José Luis Cuerda y de José Luis Garci. Y, gracias a decirle que no a Garci, porque se trataba de un papel de figuración, me convocó a un castin suyo cuando vio que podría haber un papel interesante para mí. Lo pasé y trabajé después varias veces con él. Ojalá fuéramos más los actores que decimos no, nos valorarían mucho más.

-Hay trenes que pasan más de una vez.

-Hay que estar siempre preparada, formarse continuamente. Siempre les digo a mis alumnos que carguen la mochila de vivencias, desgracias, emociones o sentimientos, ya que eso les dará carácter a la interpretación que hagan y les permitirá estar listos si pasa el tren.

-Varias villas de Galicia están interesadas en organizar el FETEGA. ¿Por qué repite O Carballiño?

-Porque, por ahora, tenemos el apoyo del Concello, de la Diputación y de la Agencia Galega das Industrias Culturais. Hay que decir que el festival sigue creciendo y, si las ayudas no aumentan, será difícil mantener el festival en O Carballiño. O crece o revienta.

-Hablando de dinero. ¿Hubo algo bueno que le diera la crisis económica al sector?

-Imaginación. Estar en crisis, en cualquier ámbito de la vida, es un vehículo de transformación para mejorar si la entiendes y la analizas. De todas formas, en el mundo del arte siempre hubo crisis. Más, en nuestra profesión, que es tan inestable.

-A la gente, le encanta el teatro. Basta con ir a una jornada del FETEGA para comprobarlo. Y, sin embargo, el Estado penaliza la cultura.

-Por desgracia, no se apuesta por la cultura o la educación. Abandonar a alguna de las dos es maltratar a la sociedad, es coartar la libertad de pensamiento, la inteligencia y el talento.

-Las entradas para los espectáculos del FETEGA suben de 8 a 10 euros ¿Teme que esto deje ver alguna butaca vacía en el Auditorio de O Carballiño?

-Habrá críticas, seguro. Hay que pagar por disfrutar de la cultura.

-A pesar de todo, Ourense celebra cada año varios festivales. Somos una provincia de teatro.

-Ourense es afortunada a nivel cultural. Está Ribadavia como referente, Ourense tiene el FITO -Festival Internacional de Teatro de Ourense-, el Corpo a Terra, Vilamarín, Riós? Hay mucha cultura teatral.

-"Eroski Paraíso" será una de las obras que se verán en el festival. En ella, se refleja una clara transformación de la sociedad gallega en los últimos 35 años. En este tiempo, ¿en qué ha cambiado el teatro gallego?

-Ahora, estamos más abiertos mentalmente a nuevas formas de hacer teatro. Un ejemplo es Chévere, compañía referente en teatro contemporáneo. Predomina una forma de interpretación posmoderna que, hace años, no se podía hacer. De todas formas, en Galicia aún estamos muy alejados de las nuevas tendencias europeas. Aún no llegaron las nuevas vanguardias. Por ello, en el festival, quiero apostar por teatro, talleres y charlas sobre nuevas formas de entender la interpretación. Queda mucho por avanzar.

-Y, ahora, mirando hacia el futuro. ¿Continuarás más años organizando el FETEGA?

-Estoy cansada, necesito un relevo para que el festival siga creciendo. Un relevo que no viva a rebufo de estos 28 años, que no aguante solo una o dos ediciones más. Tiene que ser alguien que ame el teatro gallego, nuestra cultura. Ya estoy medio reventada.

-¿Teme que su marcha signifique un punto final en el FETEGA?

-Espero que alguien venga detrás y le dé al festival el mismo amor y cuidado que yo. Dejo la puerta abierta.

-¿Qué le ha llevado a decir que sí una vez más a dirigir el festival?

-No lo sé, creo que soy un poco masoca (ríe). Como actriz, entiendes que tienes que ser generosa con los espectadores y trabajas para ello y para cambiar la sociedad. Además, mis compañeros necesitan plazas donde mostrar su talento. Pienso en ellos siempre. Traería a todos si hubiera más presupuesto.

-La obra "Dramaturxia das mulleres", en la que se reivindica la figura femenina, estará en el FETEGA. ¿Hay igualdad de género en el teatro?

-No. Las actrices estamos en desventaja. En el mundo de la dramaturgia, somos más mujeres que hombres, sin embargo, la mayoría de los papeles son para hombres. Las mujeres en el teatro no dejamos de ser "la criada de", "la madre de" o "la mujer de", y somos algo más que eso en la sociedad. Además, siempre tenemos que estar bien cuidadas y maravillosas; los actores, no. Ellos pueden estar calvos, gordos o lo que sea. Eso es algo que me ofende.

-Dorotea Bárcena fue una mujer que rompió todos los moldes. ¿Qué significó su trabajo para el teatro gallego?

-Tuve la suerte de trabajar con ella. Era un torbellino, un volcán en erupción, una mujer con un talento grandioso. Fue de las primeras mujeres dramaturgas, es un referente en Galicia. Que no se tenga tan en cuenta como otras personalidades me molesta. Por ello, decidí bautizar los premios del festival en su honor. Se merece todo. Me duele haber llegado tarde a darle el premio de honor (emocionada).

-¿Qué le enseñó?

-La potencia desbocada que tenía y ser ágil cuando actuaba con ella, ya que improvisaba mucho los textos.

-¿Qué sueño tiene en relación al festival?

-Tener muchos más días de programación. Me dan envidia sana los festivales que duran varias jornadas y tienen tanto presupuesto. Si con el poco dinero que tenemos, ofrecemos una programación brillante, imagínate qué podríamos hacer con más. Este año, he dejado de programar espectáculos maravillosos por falta de presupuesto. Adoro a Matarile o Voadora, son compañías que están haciendo teatro de lo más moderno de Galicia, pero se nos iría el presupuesto en traerlas.