Cerca de una treintena de vecinos y comerciantes de la avenida do Balneario de la villa de O Carballiño se reunieron ayer con el alcalde, Francisco Fumega, para que solicitarle que no se instalasen en su vía las atracciones y barracas de las fiestas patronales de San Cibrao, que se iniciarán el próximo 14 de septiembre. "Después de pedir los informes pertinentes a los bomberos, el regidor ha cedido a nuestra solicitud y las moverá a otra localización", confirmaba Tomás Villaverde, propietario de un negocio en esta avenida.

"Hacía ya un par de años que nos librábamos del ruido, la suciedad y los problemas de acceso y aparcamiento que conlleva tener las atracciones instaladas en nuestra calle", explicaba el comerciante. Una situación que no querían que se volviese a repetir, tras vivirla en numerosas ocasiones en el pasado.