"Dentro de unos días, ya entrarán a funcionar unos pozos nuevos que hemos excavado. Solamente queda instalar las bombas para que empiecen a dar servicio", explicaba el alcalde de Verín, Gerardo Seoane, ayer, momentos después de que quedase solucionado, de manera provisional, el problema con el estado del agua en la villa que durante un día no ofreció las garantías necesarias para su consumo.

"Calculábamos tener las bombas colocadas para el mes de septiembre, no ahora tan pronto, pero lo haremos en breve, y no dependeremos ya del río para la captación del agua", aclaraba el regidor del Concello de Verín.

No se trata de la primera vez que el agua de la traída pública causa problemas en la suministro del servicio a los verinenses. "El año pasado nos pasó exactamente lo mismo cuando se produjeron las indundaciones", comentaba Vicente Casado, desde el restaurante A Fonte. "El agua salía tubia y con un color y un olor muy raros. Estuvimos en la misma que hoy, comprando agua embotellada para poder dar servicio a nuestros clientes", recordaba Casado.