La bodega de la Denominación de Orixe Valdeorras, Godeval, inició ayer por la mañana, su vendimia 2017, con casi un mes de adelanto con respecto a la del año pasado. Esta campaña se ha convertido así, en la más temprana que realiza en sus 31 años de existencia. Otras dos bodegas de la D.O. Ribeira Sacra, pertenecientes a la subzona de Amandi, hacían lo propio, también en la jornada de ayer, a pesar de que su Consello Regulador, todavía no ha fijado la fecha oficial recomendada.

De momento, con los datos recogidos por los técnicos de este Consello Regulador en los controles de maduración, todo apunta a que la vendimia se adelantará en torno a dos semanas en relación con la pasada campaña, de modo que podría comenzar en la primera semana de septiembre

En cuanto a los trabajos en las parcelas de Godeval, estos empezaron en la finca "La Graciosa" situada en el Concello de Vilamartín y en los próximos días irán, progresivamente, vendimiando el resto, según determinen los controles de maduración.

Los datos previos que maneja la bodega apuntan a una cosecha con uva "muy sana pero complicada por causas meteorológicas previas". El fruto que ahora se recogen se ha desarrollado en una primavera con heladas y tormentas con pedrisco que "afortunadamente no afectaron demasiado" a las fincas de la bodega. Lo que sí está marcando la añada es la fuerte sequía que se está sufriendo desde el mes de mayo y las altas temperaturas. De hecho, fuentes de la bodega han explicado que la recogida de uva que se empezó ayer "solo se va a realizar durante las mañanas mientras persista la ola de calor".

A pesar de todos estos factores adversos, la uva está "muy sana y madura", aseguran. Adelantan que el rendimiento en mosto va a ser bajo porque los granos de uva son pequeños y tienen poca proporción de pulpa y jugo, aun así se espera que la calidad se mantenga. Este año la cantidad en kilos va a ser más o menos como la del pasado año, en la que se alcanzaron los 140.000 kilos. Una producción que fue baja, pero de muy buena calidad.