M.J. Álvarez | Ourense

"¿Dónde está el río del Olvido cuyos espíritus según dicen, borran la memoria?", entonó Décimo Junio Bruto, y tras desafiar el viejo arcano que atemorizaba a su tropa, según el cual el que cruzaba el río Lethes o río del Olvido, (el actual río Limia) perdía la memoria, fue llamando uno por uno por su nombre a sus soldados para que fueran atravesándolo, sin que estos sufrieran al llegar a la otra orilla el maleficio de la desmemoria, Una vez en tierras limianas, la legión romana entabló ayer la dura batalla en la que aniquiló a los habitantes castrexos de antela, no sin pocos esfuerzos y bajas para la legión invasora, que consiguió dar muerte a Antioco, el líder local.

Es el final siempre feliz, porque castrexos y romanos acabaron ayer, un año más, y ya van 17, compartiendo el pan el vino y las risas, en esta Festa do Esquecemento, con la que Xinzo de Limia recrea este pasaje histórico que sucedió realmente 2.000 años, atrás y del que dan cuenta algunos anales de la época, así como de la bravura del pueblo limiano que sorprendió entonces a los romanos.

El simbólico cruce de las tropas del río Lethes y la batalla, tras la cual el general romano levanta su estandarte rodeado de "cadáveres" de ambos soldados de la legión romana y los límicos atrajo se fin de semana a miles de visitantes llegados de los más de diferentes puntos de Galicia y del resto de España.

La jornada de ayer fue solo el broche final de una fiesta, que se desarrollo todo el fin de semana con la apertura del "Macellum" que incluyó todo el programa lúdico y de festejos, en un escenario que recreaba la época en la que se desarrolló este pasaje histórico, con decenas de actuaciones y seres mitológicos, pasacalles y druidas invocando conjuros.

Un trabajo ingente que la Asociación Cultural Civitas Limicorum realiza durante meses previos a la citas con apoyo de ciento de vecinos.

Pero no fue la única cita festiva en un fin de semana en el que los vecinos y visitantes, pese a la subida de vértigo que experimentaron los termómetros, asistieron también ayer de forma masiva, a esta cita primera edición de "1809 A batalla", que se celebró ya entrada la noche, y en la que se recreó con un cuidado atrezzo el intento, en este caso frustrado, que hicieron los franceses durante la Guerra de la Independencia, por invadir estos paisajes de Pazos del Arenteiro.

Patricia Torres, concejal de Cultura del Concello de Boborás, ya aventuró durante la presentación de esta fiesta, que cuenta con ayuda de la Diputación, que se esperaba una alta participación por el gran número de personas, incluso de otros países que confirmaron su asistencia.

"Fouces contra mosquetóns"

Nuevamente se recreó con el mejor humor y vestuarios, una batalla que se desarrolló en el puente y en que, como símbolo de la superioridad de medios que traía hace dos siglos el ejército invasor gabacho, frente al pueblo de Boborás, se rebautizó ahora como la batalla de las "fouces contra os mosquetóns". Pero al final los labriegos y la especial intervención táctica del Capitán Cachamuíña, el mismo al que la capital olivica tiene como héroe de la independencia, hizo posible ayer 208 años después, que Boborás volviera a ganar la batalla. Sobre todo la batalla del público y del turismo..

Y en Allariz, empanada

Pese a tanto ejército invasor, ayer hubo tiempo para otras citas puramente gastronómicas y Allariz celebró la Festa da Empanada con más de dos mil unidades vendidas en esta cita que se celebra ya desde 1971 en el Campo de Vilanova y en el que no faltaron muestras de la rica pastelería local.