Castrelo de Miño despedía ayer sus fiestas patronales en honor a San Roque y a la Virgen de la Asunción, sacando sus imágenes en una procesión fluvial, a través del río Miño, cuando se produjo una explosión repentina de los fuegos de artificio que había preparados para la celebración.

Los asistentes pudieron escuchar una fuerte explosión seguida de una intensa humareda, después de que el material pirotécnico se accionase dejando diversos daños materiales, pero sin llegar a alcanzar a ninguna de las personas presentes, al dispararse hacia una pared, que quedó asimismo parcialmente dañada.

La explosión también provocó la rotura de varios cristales de las instalaciones de la piscina municipal, así como de la puerta de su cuarto de calderas.