El castro de San Cibrao de Las, también conocido por su sobrenombre de "A Cidade", es uno de los poblados fortificados en proceso de excavación de mayor tamaño entre los localizados en todo el territorio gallego. Este enclave está situado entre los términos municipales de Punxín y San Amaro y ayer se convertía en escenario de excepción para el décimo encuentro de los Amigos de la Cultura Celta.

Este colectivo, organizado por la Asociación Cultural da Vieira, comenzaba su andadura en 2010 y ayer se desplazó hasta este asentamiento para conocerlo de la mano de la arqueóloga Montserrat Adalid, que ilustró a los asistentes sobre la interpretación histórica de los restos arqueológicos.

Durante la visita, que comenzó a las 10.00 horas, la guía les explicó los motivos por los que destaca este emplazamiento. "Son principalmente tres -enumeró-, por su monumentalidad, su gran extensión, pues suma diez hectáreas dentro de la muralla exterior, y también por la organización urbana que no se encuentra habitualmente en los castros del noroeste".

Tras conocer un poco más de San Cibrao de Las, los Amigos de la Cultura Celta se trasladaron al centro de interpretación del conjunto para discutir sobre la "Cultura castrexa y celtas atlánticos". La mesa de debate estuvo presidida por Xosé Lois Armada, investigador del CSIC, y tuvo como ponentes a los expertos en arqueología,Historia Antigua y Lingüística Indoeuropea, Ángel Concheiro, Ladislao Castro y Joaquín Gorrochategui, respectivamente.

A mediodía llegaba el momento de los reconocimientos, en un acto solemne conducido por los coordinadores de este colectivo que integra a reputados especialista en cultura celta de España, Portugal, Brasil, Francia y Alemania, José Cerdeira y Enrique Santin. Así, se repartieron distinciones honoríficas a investigadores y otras personalidades relacionadas con la divulgación de la cultura celta.

En esta ceremonia también estuvo presente el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, quien aseguró que los trabajos que realizan esta y otras entidades similares "ponen en valor la cultura y tradición de nuestra tierra, tal y como hace a diario la diáspora en todos los países del mundo. En la medida en que conocemos y reconocemos nuestro pasado, hacemos más fuerte y hermosa nuestra idiosincrasia, que han conquistado la simpatía de tantas naciones y culturas". El secretario general afirmó también que "la tradición castrexa es señal de nuestra identidad, esencia de Galeguidade y, por tanto, motivo de orgullo para todos".