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Ourense se dibuja en piedra y bronce

Son obras de arte que no figuran en las listas de sitios recomendados para visitar ni aparecen como reclamos turísticos pero ayudan a conocer mejor la ciudad de As Burgas

"Nexus VI". Xosé Lois Carrera. 2002. // J.R.

Ourense esconde piezas escultóricas que, sin hacer tanto ruido como otros monumentos que son reclamo de turistas en la urbe de As Burgas, ayudan a dibujar la historia reciente de la ciudad y encontrar detrás de ellas vivencias de personajes reconocidos que fueron noticia tiempo atrás.

Los más curiosos toman fotografías de las mismas sin conocer realmente cuáles son sus signficados. Los propios lugareños tampoco tienen claro por qué están en Ourense. Sin embargo, todas estas piezas escultóricas llevan saludando a ciudadanos y visitantes durante más de 10 años.

¿Sabe qué escultura de la calle del Paseo se conoce como "O Mouchiño"? ¿Y conoce en qué punto de la ciudad se encuentra un "afiador" que ve pasar cada día cientos de coches a su alrededor? ¿Y qué creación artística simboliza la unión entre el barrio del puente y el centro de la ciudad? ¿Qué monumento honra uno de los eventos más esperados del año en la ciudad desde hace once veranos? A través de estas cuatro figuras, Ourense desvela algunos de sus secretos mejor guardados.

Ourense: Terra da chispa

Desde 1998, la escultura de "O Afiador" del artista local Xosé Cid Menor, emplazada en la rotonda que se sitúa enfrente del IES As Lagoas, rinde homenaje a los cientos de afiladores ourensanos que recorrían con su chiflo, su rueda y su barallete la "Ancha" y la "Galleira", Castilla y Galicia, haciendo de esta profesión la más reconocida de la provincia.

Con niños y mayores embelesados a su alrededor, los "afiadores" no solo hacían saltar chispas al pasar cuchillos y tijeras por sus tarazanas -nombre que se le da a la rueda de afilar-, también dedicaban su tiempo a arreglar paraguas y parchear ollas y cacerolas. Su legado ha dejado huella en el apodo de la ciudad y, sobre todo, en la memoria de aquellos afortunados que recuerdan la labor del "afiador" al escuchar el inefable sonido que reproducían en sus silbatos advirtiendo de su llegada inminente al puesto de trabajo: la calle.

Infancia de posguerra

"O Mouchiño" observa desde la altura y de reojo los más de 600 metros de largo de la calle del Paseo. Su escultor, el ourensano Xaime Quessada, decidió ubicarlo en 2002 a la altura de los jardines del Padre Feijoo y enfrente de la librería La Viuda, donde, de pequeño, intercambiaba cromos y cómics con sus compañeros de infancia al salir del instituto.

Para homenajear su época de niñez en plena posguerra, Quessada alzó en la calle más transitada de la ciudad un búho, símbolo de la sabiduría, y, sobre el animal, un fauno tocando la flauta que, desde el año 2005 -cuando el escultor decidió cambiar la orientación del monumento, que se situaba originalmente girado 180 grados con respecto a la posición actual-, mira hacia el parque Barbaña, donde se encuentra otro ser mitológico como este tallado por el artista. A los pies de "O Mouchiño", se pueden ver nombres de cuentos infantiles y cómics como el Guerrero del Antifaz o Zipi y Zape que, a buen seguro, estampillaron la infancia de muchos ourensanos coetáneos.

Río Miño y unión de la ciudad

En 2002, el pintor, dibujante, humorista y escultor Xosé Lois Carrera inauguraba su obra "Nexus VI". Colocada estratégicamente en la rotonda de Os Remedios, a la entrada del puente del Milenio -que une la zona de A Ponte con la de Ourense centro-, y como de su nombre se infiere, es un símbolo que representa la unión entre el barrio de A Ponte y la ciudad, antaño concellos diferenciados -Concello de Canedo y Concello de Ourense- y fusionados en 1943, en plena época franquista.

"Nexus VI" es también un homenaje al río Miño a su paso por Ourense, que baña ambos territorios y cuyo oro sirvió para bautizar la ciudad con el nombre que ahora porta. Xosé Lois Carrera se inspiró en la escena de la muerte de Roy Batty, humano artificial del filme de ciencia ficción "Blade Runner", que fallece bajo una fuerte lluvia nocturna cabizbajo en su escena final. Nexus VI es el apelativo que definía el modelo de humano artificial de Roy Batty en la película.

Una ciudad en cuatro ruedas

Ourense respira por los cuatro costados olor de neumáticos. La celebración del Rali de Ourense, prueba de carácter nacional desde hace 50 años, convierte a la ciudad en el referente gallego del motor y uno de los enclaves más relevantes del panorama de las cuatro ruedas en España. Uno de sus impulsores fue Estanislao Reverter, piloto local de los años 50, 60 y 70 y director de la Escudería Ourense que, a los mandos de su Renault "Alpinche", situó el automovilismo gallego a la altura que se merecía participando con éxito en diferentes carreras del campeonato de España y sienso uno de los primeros conductores en acudir a pruebas más allá de las fronteras nacionales.

El fallecimiento de "Lalao" -como se le conocía- en 1991 dejó paso a un legado imborrable. La competición ourensana pasaría a denominarse desde ese momento "Rali de Ourense, memorial Estanislao Reverter" y, en en el 15 aniversario de su muerte, se colocó enfrente de la Subdelegación del Gobierno una escultura ideada por el artista ourensano Ramón Conde, en la que el piloto aparece sentado sobre el capó del "Alpinche" junto con uno de sus copilotos, Antonio Coleman.

El padre del automovilismo gallego recibió en 2012 la distinción al Mérito Deportivo de Galicia y en julio del pasado año fue nombrado hijo predilecto de la ciudad de Ourense.

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