El sector hotelero en la Ribeira Sacra vive sus mejores momentos en esta época estival, nunca antes había registrado unas cifras tan positivas -datos recogidos desde 2011-. A día de hoy, el 90% de las plazas de alojamiento para todo el mes de agosto están ya reservadas -todos los días y en todos los establecimientos-, lo que supone un incremento de nueve puntos con respecto a los datos registrados por el mismo tiempo del año pasado.
"Se puede llegar al 100% en muchos hospedajes", puntualiza Alexandra Seara, la gerente del Consorcio de turismo del enclave interprovincial. De hecho, muchos de ellos ya han colgado el cartel de "completo".
Las casas rurales son los espacios preferidos por los visitantes, con un 96% de lleno en días laborables y algo más, un 97%, durante los fines de semana. La segunda opción, los hoteles de 3 y 4 estrellas, se sitúan muy cerca de los habitáculos tradicionales: 92% y 96% respectivamente.
"Año a año, la Ribeira Sacra se está consolidando como destino turístico", añade Seara.
Además, julio, con una ocupación media del 83% -78% en jornadas de trabajo y 87% en horas de ocio-, también batió récords si echamos la vista atrás: ascendió un 16% desde 2016 y un 20% desde 2015 -cuando el crecimiento interanual suele ser de entre un 4% - 6%-. Al contrario que en agosto, los lugares más cotizados fueron los paradores -93% y 96%-, seguidos de las habitaciones campestres -70% y 86% respectivamente-.
En cuanto a la procedencia de los turistas, la gerente aclara que "la mayor parte llega desde otras comunidades autónomas, destacando Cataluña, Madrid y Andalucía", aunque, últimamente, también ganan protagonismo los vecinos del norte, sobre todo "vascos y cántabros". Los extranjeros suponen "alrededor de un 8%".
Durante el mes de septiembre, suele bajar la ocupación, sin embargo, "octubre y noviembre son épocas muy importantes", sentencia Alexandra Seara. Los peores días para el sector hotelero son los de diciembre, enero y febrero por las condiciones climáticas.
