Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los drones siguen volando alto

En la provincia de Ourense hay 13 operadores habilitados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea -El uso principal de estos vehículos no tripulados es la filmografía

La Comisión Europea prevé que la industria del dron genere en los próximos 20 años 100.000 puestos de trabajo y 10.000 millones de euros en cada uno de estos años. // Iñaki Osorio

Realizar rescates de emergencia en lugares de difícil acceso, prevenir incendios a través de cámaras térmicas, transportar vacunas a islas desconectadas, desparasitar salmones de piscifactorías, esparcir fertilizantes, mantener controlado un rebaño de ovejas, supervisar el estado de un volcán, monitorizar la situación del tráfico, tomar imágenes a vista de pájaro y confeccionar mapas geológicos. Estos son solo algunos de los usos más curiosos de un aparato que, a pesar de resultar novedoso, tiene su origen tiempo atrás, en la industria bélica.

La tecnología de estos vehículos aéreos no tripulados comenzó a desarrollarse en la Primera Guerra Mundial, pero no fue hasta la siguiente gran contienda cuando los militares estadounidenses decidieron darles un uso concreto: servir de platillo volante simulando ser aviones enemigos durante los entrenamientos de los operarios que manejaban los cañones antiaéreos. Fue necesario esperar a la caída del muro de Berlín para que el dron cumpliese una mayoría de edad que le permitiera convertirse en elemento armamentístico. Tras varios años de perfeccionamiento, el ingeniero israelí Abraham E. Karem crea en 1995 Predator: un avión no tripulado armado que, desde su descubrimiento, y uso posterior por la CIA norteamericana, cobra mayor protagonismo a medida que se van sucediendo las guerras.

Afortunadamente, los drones adoptaron otras funciones alejadas de las puramente militares con el fin de facilitar tareas complejas a las que debemos enfrentarnos en el día a día. Sus aplicaciones más comunes, según el primer barómetro del sector de los drones en España, realizado por la página web ToDrone en base a una encuesta de más de 30 preguntas dirigidas a un total de 400 panelistas profesionales y publicado en noviembre de 2016, son dos: filmación de imágenes (un 45,8%) y usos en infraestructuras (16,9%). De este mismo estudio se sustrae que las principales oportunidades que se brindarán en el sector a medio y largo plazo estarán ligadas al campo de la agricultura (gestión forestal, ganadería) y al de las infraestructuras (cartografía).

Crecen los operadores

Actualmente, Ourense cuenta en la provincia con 13 operadores habilitados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), el organismo estatal que vela por el cumplimiento de las normas de aviación civil en España y que se encarga de actualizar periódicamente la lista de operadores habilitados en el territorio nacional. Las aplicaciones que ofrecen las empresas ourensanas son principalmente filmográficas, control de incendios, operaciones de rescate y levantamientos aéreos (levantamientos topográficos y fotogrametría -procedimiento para obtener planos de grandes extensiones de terreno por medio de fotografías aéreas-).

La primera de las licencias de la provincia, necesaria solo para trabajar con el dron en aplicaciones comerciales, se otorgó el 21 de julio de 2015. En poco más de dos años, se han concedido 12 licencias más: tres, en 2015; tres, en 2016; y, en este último año, se han sumado a la lista seis operadores, el último, el pasado 26 de julio.

Con todo, Ourense es la provincia gallega en la que hay menos operadores habilitados. A Coruña cuenta con 79; Pontevedra, con 50; y Lugo, con 17. En total, la comunidad dispone de 159 operadores de los 2.453 habilitados en la totalidad del territorio español.

Formación obligatoria

Para poder manejar un dron en aplicaciones profesionales, la ley obliga, desde el pasado mes de octubre de 2014, haber superado unas pruebas teóricas y prácticas, pasar un reconocimiento médico y presentar un manual de operador.

La formación teórico-práctica solo puede ser impartida por centros reconocidos por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). En Galicia, hay cinco organizaciones encargadas de ello: dos, en A Coruña; dos, en Pontevedra; y una, en Lugo. Hasta la fecha, Ourense no dispone de lugares habilitados para dar clases sobre control de estos robots voladores.

Si el dron se emplea con finalidad lúdica o deportiva, no es necesario obtener una licencia para su uso. Sin embargo, AESA recuerda que sí se deben tener en cuenta igualmente una serie de requisitos de seguridad: no perder el aparato de vista, no superar los 120 metros de altura, no volar en zonas urbanas ni cerca de aeropuertos o aeródromos y no usarlo de noche debido a la falta de visibilidad. Existe un borrador de la nueva normativa que está pendiente de ser aprobado y que contempla el uso de vehículos aéreos no tripulados en zonas urbanas e incluso de noche.

La ley que rige el empleo de drones es el Real Decreto-ley 8/2014, de 4 de julio. Cuenta con un sinfín de lagunas informativas y urge la actualización de una normativa relativa a un sector que, según la Comisión Europea, generará en los próximos 20 años 100.000 puestos de trabajo y 10.000 millones de euros en cada uno de estos años.

Compartir el artículo

stats