Es indudable que Ourense es uno de los mejores lugares del mundo para abrir el apetito. Y lo es también que cada municipio sabe aprovechar a la perfección esta suerte para homenajear a sus propios alimentos.

En el mes de agosto, se celebran la mayor parte de las fiestas gastronómicas de la provincia. Los postres, la última degustación, no podrán tocarse hasta septiembre.

| Fiesta del pulpo de O Carballiño. Se festeja, como de costumbre, el segundo domingo del mes de agosto; cae a día 13 en este 2017. El año pasado, congregó a alrededor de 100.000 personas, rompiendo los moldes de las anteriores citas. Esta edición número 55 se le dedicará al centro gallego de la ciudad alemana de Núremberg. Por si fuera poco, además de pulpo, los asistentes también podrán llevar a la boca el pan de Cea y el vino de O Ribeiro.

| La empanada de Allariz. Los amantes de este clásico producto gallego tendrán que esperar al fin de semana del 19 y 20 de agosto. Esta fiesta se organiza a modo de homenaje a los emigrantes retornados en verano a la villa ourensana. Ellos y los anfitriones podrán escoger empanadas de todas las clases: de carne, atún, bacalao, setas, chorizo, gambas, calamares o, incluso, de pulpo.

| Fiesta del pimiento de Arnoia. Del 4 al 6 de agosto, la localidad ribadaviense honrará sus pimientos, motores económicos por excelencia junto al vino. Se podrán consumir fritos solamente, rellenos de carne o, incluso, en medio de una empanada o tortilla.

| Los callos de Lobios. La Baixa Limia no puede faltar cuando se habla de comida. El 20 de agosto, Lobios celebra la Fiesta de los callos de Limiaos, donde lo mínimo que se les ofrecerá a los visitantes será el producto estrella acompañado de bazo, pata, garbanzos y chorizos.

| La fiesta del dulce. ¿Qué sería del pulpo, de las empanadas, de los pimientos y de los callos sin un buen postre? El domingo 3 de agosto, Allariz sabrá a dulce. Esta fiesta será una oportunidad única para testar la Tarta real, las roscas de cazo, las almendras de pico o los melindres de la zona.