La hoja de ruta del alcalde está clara: "Mano tendida al diálogo". Sin embargo, no ahorra duras y contundentes críticas a la oposición, sobre todo después de la "deslealtad" que asegura se produjo con su rechazo a dotar económicamente las diferentes partidas sociales, así como para el pago de facturas pendientes a proveedores. Así, fue rotundo al proclamar que "la ciudad va a tener proyectos importantes -pero sin especificar cuáles y cuándo se presentarán-, y no conseguirán paralizarla".

Lo que también confesó ayer Jesús Vázquez es que "si estuviera en la oposición no lo haría -en alusión al rechazo de las modificaciones de crédito-, pues no podría dormir". Una cuestión que para los tres grupos de la oposición se resolvería, y de inmediato, "si presenta su dimisión", como así se lo planteó el portavoz de DO y "jefe de la oposición", Pérez Jácome.

Además, hizo referencia a las negociaciones que se habían producido antes de que se llevasen a pleno extraordinario las modificaciones de crédito, en la que la postura que mantuvieron los tres grupos de la oposición fue la de "recortar", así como "no permitir plantear la situación de otras concejalías, excepto la de Servicios Sociales".

También rechaza las críticas relativas a que "hay 6 millones de euros en facturas pendientes de pago en los cajones", ni "ningún agujero de 1,6 millones en el área social", como dijo el portavoz Socialista Vázquez Barquero.

Así, el alcalde aludió a la explicación de Pérez Jácome, con la que dice coincidir en que "ni agujero ni facturas en los cajones". Y justificar la situación en "problemas administrativos" para el pago a proveedores, y en el caso del área social, se pagaron los servicios del pasado año con fondos del presente ejercicio, por lo que se produjo ese desfase de 1,6 millones de euros que se pretende cubrir con el superávit con que cuenta el Concello.

Una cuestión en la que no hay acuerdo entre gobierno y oposición, ya que mientras el alcalde niega responsabilidad política alguna, la oposición le exigió el cese de la edil responsable, Sofía Godoy, y la de Jesús Vázquez, por entender que sí las hay.