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La Policía identifica a dos grupos itinerantes especializados en robos en cajeros y bancos

- Se les atribuyen dos delitos consumados que suman casi 25.000 euros y una tentativa -Simulan situaciones de confusión para burlar tarjetas o sustraer efectivo en oficina

Usuarios realizan una operación en un cajero automático de Ourense. // Jesús Regal

La Policía Nacional de Ourense ha identificado a dos grupos criminales itinerantes especializados en robos a usuarios de cajeros automáticos y clientes de entidades bancarias que han operado recientemente en la capital de As Burgas y que suman un botín próximo a los 25.000 euros.

El primero está formado por tres individuos de nacionalidad francesa que el pasado 21 de marzo engañaron a un hombre de edad avanzada y escasa movilidad en un cajero del centro urbano logrando extraer con su tarjeta 3.800 euros y transferir 6.000 más a otra cuenta. Las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia y la descripción dada por la víctima han permitido a los agentes de la Comisaría Provincial identificar a los tres presuntos autores, de nacionalidad francesa. Al mismo tiempo han cotejado estas imágenes con las captadas en otras 17 provincias españolas en las que también habían actuado en los últimos meses, pero sin que hasta el momento hubiesen podido ser identificados. La actuación de la Policía de Ourense ha permitido realizar a nivel nacional y europeo la requisitoria de búsqueda.

El 'modus operandi' de este grupo sitúa a los delincuentes en zonas de clase acomodada, donde buscan a "presas fáciles" como personas mayores. Uno de los individuos accede al interior del cajero al mismo tiempo que la víctima y simulando que opera en uno de ellos accede al número pin. El segundo implicado entra en juego despistando al usuario y cogiendo la tarjeta antes de que este se de cuenta de que el cajero la ha expulsado. Al no salir la tarjeta, le hace creer que se la ha tragado y mientras simula ayudarle, el otro retira la cantidad máxima y desvía dinero a otra cuenta para burlar el límite de extracción.

El segundo grupo está integrado por cinco personas que se reparten diferentes tareas. La primera actuación de la que tuvo constancia la Policía Nacional ocurrió el pasado 23 de junio pero resultó fallida por la perspicacia de la presunta víctima, una mujer trabajadora de una inmobiliaria que acababa de retirar 3.100 euros de una entidad bancaria. Cuatro individuos de origen sudamericano la siguieron hasta la oficina y cuando salió la abordaron preguntándole por el alquiler de un piso. Al estar cerrada ya la inmobiliaria les dijo que fuesen por la tarde y se fue a recoger el vehículo al garaje. Fue entonces cuando al sacar el coche notó como una de las ruedas se deshinchaba y vio que en el interior del garaje se encontraban las mismas personas, lo que le hizo desconfiar y optó por salir a la calle con la rueda pinchada y aparcar. Una quinta persona se acercó en ese momento ofreciéndole su ayuda. Nuevamente desconfió y avisó por teléfono para que un conocido se acercase al lugar. Cuando ya se iba volvió la mujer que se había ofrecido a cambiar la rueda y tiró dinero al suelo haciendo creer que se le había caído. La "víctima" salió del coche a ayudarla pero sin soltar el bolso porque no se fiaba. La Policía alaba el "coraje" de esta mujer que superó tanto el denominado timo del pinchazo como el de la siembra.

Este grupo tuvo más suerte al día siguiente, al actuar en el interior de una entidad bancaria del centro de la ciudad, donde logró apoderarse de un sobre que contenía 15.000 euros que el empleado de la caja estaba pendiente de entregar a un cliente. En este caso, el procedimiento utilizado fue el de generar caos y confusión al realizar los cinco integrantes peticiones imperativas de forma simultánea tanto a los empleados del banco como al cliente que espera, consiguiendo una distracción general que aprovechan para apoderarse del sobre.

Este grupo criminal también ha sido identificado por la Comisaría de Ourense y se sabe que ha actuado en diversos puntos de España.

Desde la Comisaría de Ourense se hace un llamamiento a la ciudadanía para que extreme las precauciones. Señalan que al ser esta una ciudad tranquila, con un ratio de seguridad muy alto, la gente es muy confiada en sus operaciones económicas y no adopta las medidas de autoprotección necesarias, por lo que se convierte en "presa fácil" de este tipo de delitos.

Estas personas actúan normalmente a muchos kilómetros de su domicilio de residencia para dificultar la investigación policial. Se instalan en la ciudad, realizan un estudio pormenorizado y minucioso del entorno y buscan el día propicio para efectuar el golpe, habitualmente días de cobro de pensiones.

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