La nueva estación depuradora de Reza es, para el alcalde, Jesús Vázquez, una "infraestructura modélica" porque incorpora la máxima calidad de tratamiento de las aguas, con equipos de desinfección que "son únicos en Europa para devolver el agua al río en óptimas calidades".

La infraestructura genera una importante cantidad de biogás que será aprovechado como combustible. Cuenta con un innovador proceso de cogeneración que permitirá la reutilización del 90% del gas generado. Se consume principalmente en los motores de cogeneración, con el fin de generar energía eléctrica, que se estima en un 35%, y energía térmica un 55%, en forma de gases de escape y agua caliente. De esa forma, la generación de electricidad de consumo para los equipos de la planta con posibilidad de vender los excedentes a la red eléctrica constituye, en ambos casos, un ahorro o unos ingresos económico significativos. Además, se aprovecharán los gases de escape y de la energía térmica procedentes de los circuitos de refrigeración.

Uso agrícola

Otra de las cuestiones que destaca de la nueva infraestructura es que los fangos generado una vez tratados -hidrolizados- son aptos para el uso agrícola. Para el presidente de la Xunta, se trata de un proceso que "pondrá a disposición de la agricultura abonos que permitan mejoras importantes".

Por su parte, el regidor municipal quiso destacar un aspecto fundamental de la nueva estación depuradora, y es que permitirá desarrollar proyectos de investigación en el campo de la biorrefinería, orientados a la consecución de residuos cero mediante la valoración de los residuos generados.

De ahí que para Jesús Vázquez eso convierte a la EDAR en "una instalación capaz de maximizar su elevado potencial como infraestructura, y propicia una importante minoración de residuo final"

Todo ello con un proceso de control que se lleva a cabo en un laboratorio de última generación, en el que se analizan muestras de agua de las diversas etapas del tratamiento con el objeto de controlar la calidad de la depuración.

Unos equipamientos sofisticados que tienen una importancia crucial, ya que permiten ajustar y adaptar el conjunto de las operaciones de tratamiento al objeto de garantizar una calidad constante del agua a la salida y optimizar los consumos energéticos.

Una nueva infraestructura que contrasta con la primera depuradora que se puso en servicio en Ourense, en 1994, al lado de la actual, en Reza. Después de 20 años de actividad, su final operativo estuvo marcado por las sentencias judiciales, con orden de derribo, y que se hizo efectivo cuando concluyeron las obras de la nueva. La de ahora, cumple todas la exigencias medioambientales.