Dos años y medio después del conocido como crimen de A Esmorga, la paliza mortal a Alexandru Walter Boghiu, un chico de nacionalidad rumana de 22 años, que residía en O Carballiño y apareció muerto en el embalse de Albarellos (Boborás) en diciembre de 2014, la causa aún no ha llegado a la fase de juicio. La justicia aún tiene que determinar si los 3 investigados por estos hechos se sientan juntos en el banquillo o afrontan causas distintas. La Audiencia Provincial de Ourense estudia un recurso de la defensa de Brais P. V., el único de los tres que solo está imputado por lesiones, porque se marchó antes de que ocurriera el crimen. Esta parte pide una causa ajena pero la magistrada instructora y la fiscal del caso se oponen. Quieren una causa común ante el tribunal del jurado para evitar pronunciamientos contradictorios.

Los dos principales sospechosos, Eduardo L. F., de 39 años, y Óscar E. L., de 28, estuvieron en prisión preventiva desde la Nochebuena de 2014 hasta marzo de 2016, el primero, y junio, el segundo. La Audiencia Provincial, en contra del criterio de la juez y la Fiscalía, autorizó su excarcelación bajo una fianza de 3.000 euros, al entender que el arraigo familiar y el pago de la caución eran suficientes para evitar el riesgo de fuga.

Eduardo y Óscar son los dos sospechosos de dar una paliza y arrojar a un canal al chico rumano. El joven continuaba con vida cuando supuestamente fue arrojado al agua. El fallecimiento se produjo por ahogamiento. La víctima tenía lesiones en la cabeza y el rostro por la paliza previa. Los dos que fueron encarcelados fueron detenidos junto a Brais P.V., un vecino de O Carballiño que quedó en libertad y que permanece imputado por lesiones. Presuntamente, habría participado en una primera agresión al rumano pero se marchó antes de la bodega de Cameixa (Boborás), propiedad de Eduardo, donde los presuntos agresores y la víctima decidieron terminar la fiesta sobre las 5 de la madrugada, después de haber estado en locales de ocio de O Carballiño. Habían bebido. La Guardia Civil asegura que además tomaron drogas.

La Policía Judicial bautizó el caso, resuelto en pocos días, como "Operación Esmorga". El grupo se desplazó a la bodega para poner fin a la noche de ocio y allí se produjo una discusión porque supuestamente la víctima hizo una alusión sexual sobre la hija pequeña de uno de los implicados, y además realizó un ademán de orinar que los habría molestado, según lo que trascendió después de las detenciones.

Versiones contradictorias

Eduardo L. F. se ha desvinculado del asesinato. Era el que conducía el coche hasta las proximidades del canal donde fue arrojado el rumano, pero adujo que se detuvo porque se lo pidió Óscar . E.L, y que luego lo instó a que parara la agresión porque su propósito, supuestamente, era defender a la víctima. De hecho, culpa a Óscar de tirar al joven al agua.

Según este investigado, el rumano intentó acuchillarlo, los tres se enzarzaron y la víctima se precipitó al canal. Asegura que trató de rescatarlo cuando aún continuaba con vida, mientras era arrastrado por la corriente, pero no pudo. La Fiscalía ha sostenido hasta el momento que ambos le dieron la paliza y lo arrojaron al cauce. Aunque deberá concretar su postura en el escrito de calificación, la acusación pública ha descartado intento alguno de rescate, ya que apareció sangre de la víctima intentando agarrarse a la barandilla.