El sábado comienza el mes de julio y, con él, la campaña considerada de peligro alto para incendios forestales. La sequía de la primavera y la ola de calor de la transición con el verano adelantaron la época de riesgo así como los primeros incendios estivales. Las lluvias de estos días han dado un respiro al monte, aunque el nivel alto aún persista en algunos puntos del sur y el valle del Miño, en la provincia. Con la vista puesta en el inicio inminente de la época más cruda de incendios, ayer se reunió en la Subdelegación del Gobierno la comisión provincial de coordinación. En la reunión se citó, entre otras materias, la posibilidad de que los servicios de extinción de España y Portugal se adentren al otro lado de la frontera para atacar un frente que amenaza con propagarse, o también para colaborar con los profesionales del país vecino si no dan abasto.

La actuación en incendios a menos de 15 kilómetros de la frontera está amparada por un protocolo suscrito entre España y Portugal en 2003 y por una cumbre hispano-lusa celebrada en 2006. En virtud de estos acuerdos entre países vecinos, la autoridad competente del distrito portugués y el subdelegado del Gobierno podrán decidir la intervención de los servicios de extinción de su país en el del origen del incendio, previa comunicación y siempre que exista disponibilidad de medios del país que presta la ayuda.

Así, si se registra un incendio en zona portuguesa próxima a territorio de Ourense, con una elevada probabilidad de que el fuego pase desde Portugal rápidamente -es frecuente este tipo de origen en los focos que afectan al parque natural del Xurés-, los servicios de extinción de la provincia podrán adentrarse, aunque también se establece como requisito que aún no haya comenzado el ataque al fuego por parte de los servicios lusos.

La reunión de coordinación celebrada ayer también abordó el papel de la Unidad Militar de Emergencias, que forma parte de los medios estatales en la lucha contra el fuego así como los dos aviones de carga en tierra con base en Xinzo de Limia -activos durante toda la campaña de máximo riesgo, desde el 1 de julio al 30 de septiembre- y la BRIF con base en Laza, que empezó a operar el 15 de junio con un total de 21 efectivos y 2 helicópteros medios de transporte disponibles. Su campaña de verano finaliza más tarde, el 14 de octubre. El factor relevante para la intervención en un incendio de la UME es la extensión que pueda adquirir el fuego, así como la amenaza para personas y propiedades.

La reunión de coordinación de ayer estuvo presidida por el Subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, con la asistencia, entre otros, de la delegada territorial de la Xunta, Marisol Díaz Mouteira, el jefe provincial de la Autonómica, José Antonio Pérez; el comisario Antonio Álvarez así como el jefe del Seprona de la Guardia Civil, Pablo Medela.