La juez de Instrucción 1 de Verín, en tareas de guardia, acordó ayer la puesta en libertad provisional de C. B. R., el hombre de 66 años detenido la tarde del lunes en su casa de Vilela (Verín) por matar a su perro y enterrarlo en una finca. La fiscal no intervino en el paso a disposición judicial porque aún no había recibido el atestado. La magistrada ordenó que el investigado por un maltrato animal (se enfrentará a un máximo de 18 meses de prisión y a la prohibición de tener mascotas) fuera sometido a un examen psiquiátrico. Lo trasladaron al hospital de Verín en una ambulancia, seguida por un vehículo oficial de la Guardia Civil, que se retiró tras el ingreso dada la situación de libertad. Los médicos remitirán un informe a la juez con su dictamen. En la casa del detenido por maltrato animal había otro can ayer.

Una patrulla de la Guardia Civil de Verín lo detuvo después de la llamada de una vecina alertando de que había visto a C. B. R. matando al animal y ocultándolo en una fosa. Según fuentes del instituto armado, el sexagenario negó en un primer momento haber acabado con su perro, cuando se presentaron los agentes en casa. Pero tenía restos de sangre y llevaba una pala y un sacho. Momentos después, según la Guardia Civil, admitió haber acabado con la vida del animal porque supuestamente estaba harto de él.

En su versión en sede judicial, ayer, admitió el delito de maltrato animal aunque varió las razones que trascendieron y no se pronunció sobre si utilizó un hacha para golpear al perro. C. B. R. alegó ante la instructora que el animal estaba enfermo, tenía vultos en el cuerpo y era agresivo. Según su postura en el paso a disposición judicial, le propinó un solo golpe, sin precisar con qué instrumento, aunque supuestamente el sacho y la pala que llevaba antes de ser detenido eran solo para el enterramiento en un maizal próximo a su casa.

Plan contra la "crueldad"

La asociación animalista Libera manifestó ayer que pedirá a la Xunta un "plan de acción contra la crueldad animal", tras calificar los hechos como un "caso macabro". Los animalistas defienden la puesta en marcha de un plan para "concienciar a la ciudadanía acerca de las herramientas para denunciar casos de maltrato o abandono de animales" y que "se impulsen medidas formativas para el personal técnico y policial" de los diferentes municipios de la comunidad, tras lamentar que es una práctica "poco habitual" en las administraciones. "Lo ocurrido en Verín debe abrir un debate serio sobre el modelo de sociedad que se construye en Galicia", subraya este colectivo, que urge a las administraciones a que dejen "de ignorar" este tipo de prácticas.

En julio de 2015 entró en vigor la reforma de la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, que agravó las penas para los maltratadores de animales, incluyendo la posibilidad de imponer las penas de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de los mismos.