La banda de la Brilat acompañó a las personas que participaron en la procesión, siguiendo el itinerario tradicional: Juan de Austria, Lepanto, Praza do Ferro, Santo Domingo, Parque de San Lázaro, Paseo, Lamas Carvajal, Praza Maior, donde se realizó un breve acto a las 12, para continuar por Arcediagos y la Praza de San Martiño, con la bendición del Santísimo a la ciudad y a la diócesis.

Por su parte, Celanova realizó la alfombra floral más grande de la diócesis. Los 21 niños que hicieron la primera comunión el domingo anterior, fueron los primeros en pisar el manto floral, al ir delante de la custodia, encabezando la procesión.

Desde hace 26 años, los vecinos de la villa preparan para esta ocasión una alfombra floral de 1.200 metros de longitud.

Después de la misa de 11.30, se inició la procesión. Salió a las 12,10 de la iglesia parroquial, en la Praza Maior, para proseguir por la rúa San Roque, dio la vuelta en torno a la Plaza de Abastos, continuó por la rúa Colón, Emilia Pardo Bazán, Praza Mayor de nuevo, jardinillos de Curros Enríquez y retorno de nuevo a la iglesia.

Vecinos de las mencionadas calles de Celanova, pasaron parte de la madrugada anterior preparando las alfombras del Corpus. Utilizaron flores recogidas en la zona rural del municipio -la mayor parte blancas, recurriendo también a las de otros colores, en menor medida-, pero se encontraron con el problema de que escasean, por los daños causados por las altas temperaturas y la intensa lluvia registrada días atrás. Esa es la razón por la que tuvieron que comprar 2.500 claveles blancos, para completar el trabajo. También utilizaron mirto, borra de café -para perfilar las figuras-, césped, serrín y viruta teñida de diferentes colores. Las imágenes más recurridas fueron el cáliz, la forma, espigas de trigo, uvas, algún ángel, la cruz y figuras geométricas.

Los vecinos de la localidad de Meréns, en Cortegada, realizaron una alfombra floral de 8 metros de largo por 6 de ancho, para lo que emplearon 23 horas de trabajo.