El sol intenso y abrasador vació ayer las calles de Ourense. El termómetro alcanzó los 40,1 grados en una jornada todavía de primavera. El valor máximo de la ola de calor que sufre Galicia lo registró Vilamartín de Valdeorras, donde el mercurio subió a los 40,8º. "Ayer fue horrible, hoy es horrible y lo que nos queda...", se lamentaba ayer en el Parque San Lázaro Celsa Quintas mientras esperaba el autobús para ir a las piscinas de Oira a refrescarse. Como buena ourensana, esta vecina es una profesional del calor, además de aliviarse con un abanico, llevaba en la bolsa de baño una botella de agua congelada para que le aguante más tiempo.

Y como dice Celsa, "lo que nos queda", porque el calor extremo no remite. La alerta naranja que se activó ayer la cuenca del Miño, el sur de la provincia y la comarca de Valdeorras persiste hoy, lo que significa que un total de 61 ayuntamientos están en situación de riesgo por temperaturas que pueden superar los 39 grados.

Cinco concellos llegaron a 40º

La previsión es que se vuelvan a alcanzar los 40, como ya sucedió ayer en cinco municipios de la provincia. Además de la los mencionados Vilamartín de Valdeorras y Ourense, llegaron a este valor Arnoia y Verín, ambas con 40º, además de Rubiá, que subió a 40,2º. La presencia de una masa de aire muy cálido ha disparado los termómetros a temperaturas muy poco habituales para el mes de junio, y más aún cuando todavía no ha finalizado la primavera.

La máxima histórica en la capital de As Burgas durante este mes se registró el 26 de junio de 2011 en la estación que la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet, tiene en Regueiro Fozado, en la zona del hospital, y fue de 40,9 grados, ocho décimas más que la de ayer. Teniendo en cuenta los valores climatológicos normales para un mes de junio, la temperatura usual para la ciudad de Ourense en estas fechas debería ser de 27,5º, es decir, 12,5º menos que la registrada ayer.

A pesar de las elevadas temperaturas no se registraron incidencias sanitarias por golpes de calor. De hecho, tanto las urgencias del CHUO como las del PAC de la calle Concello prestaron menos atenciones que en un sábado normal.

El riesgo de incendio forestal también se ha disparado estos días, llegando a nivel extremo en toda la zona sur y Valdeorras. Ayer se registraron dos conatos en Xinzo y Sandiás y un incendio en Baldriz, Cualedro, en el que ardió una hectárea de monte arbolado.

En esta situación, las sombras son el lugar más cotizado en Ourense y los termómetros urbanos situados al sol el mejor escenario para los 'selfies'. El del Parque San Lázaro marcaba a primera hora de la tarde de ayer 47º. Un indicativo irreal pero lo suficientemente impactante como para que los vehículos parasen momentáneamente frente a la Subdelegación del Gobierno y algún ocupante se bajase corriendo para hacer una foto.

La coincidencia con el fin de semana salvó a gran parte de la población de sufrir este calor en plena jornada laboral, pero no todos tuvieron tanta suerte. Operarios de la empresa Viaqua trabajaron toda la tarde en la calle Xaquín Lorenzo Xocas para conectar la red de abastecimiento a un edificio de nueva construcción. Habían planificado el corte de la calle para ese día por lo que tocó trabajar.

Los hosteleros también sufren lo suyo, aunque la afluencia de clientes es menor en las terrazas. En una de ellas, Adriana y Alexia esperaban refrescándose con un ventilador nebulizador la hora de comienzo de una fiesta de cumpleaños a la que estaban invitadas. En pleno parque, las pequeñas Lía y Zaida sobrellevaron el calor con una batalla de globos de agua.