Un joven de 20 años tachó ayer de "desgraciado accidente" los hechos por los que se ha sentado en el banquillo de la Audiencia y por los que se enfrenta a una acusación de tentativa de homicidio que podría llevarle a prisión. La Fiscalía y la acusación particular pidieron una pena de 8 años de cárcel por tentativa de homicidio. El imputado, M.N.A., declaró que no tenía "intención de hacer daño" a nadie. La defensa solicita en base a esto la libre absolución.

El "desgraciado accidente" al que se refirió el acusado fue calificado por el fiscal como una "cuchillada dirigida hacia el pecho" de otro joven en un incidente que tuvo lugar en A Pobra de Trives durante las fiestas que se celebraban en la localidad en septiembre de 2015.

El primer incidente con uno de los implicados tuvo lugar a las 6.30 horas en un pub. El acusado se fue antes para casa pero cuando aquel y otras dos personas pasaban por delante del inmueble empezó presuntamente a tirarles objetos de cristal. Dos de ellos subieron a la casa y cuando abrió la puerta, dice el fiscal, "sin mediar palabra, el acusado alza el brazo portando un cuchillo de unos 25 centímetros de longitud y dirige una cuchillada hacia el pecho" de uno de ellos. En un movimiento "casi reflejo", el otro compañero aparta de un empujón a su amigo "recibiendo la cuchillada en el brazo", señala el fiscal. El corte le seccionó la musculatura braquial y el bíceps y estuvo tres días hospitalizado.

El acusado justificó su reacción en el juicio afirmando que sintió "miedo" y que actuó de forma casi instintiva para evitar que tirasen la puerta. "Fue todo muy rápido", alegó, añadiendo que no fue consciente de la gravedad de lo ocurrido. De hecho, indicó que llevaba el cuchillo en la mano porque venía de la cocina. Los dos implicados declararon que el joven actuó de forma "sorpresiva" clavando a uno de ellos un cuchillo".

El Sergas reclama 2.000 euros por los gastos médicos.