La tecnología dron ha aterrizado en la Ribeira Sacra. El proyecto Ecovine, impulsado por la bodega Ponte da Boga de Castro Caldelas ha puesto en vuelo su primer dron, una aeronave diseñada específicamente para la agricultura de precisión que ha sido desarrollada por la Universidad de Santiago y el CSIC, con la colaboración de la Bodega Lar de Ricobao y las empresas tecnológicas Elmantec y Teican Medioambiental.

El dispositivo se incorpora al equipamiento de la bodega para facilitar la gestión y el manejo de los viñedos mediante monitorización y control remoto basados en plataformas de visualización y análisis de datos. El sistema, según ha explicado la bodega de la corporación Hijos de Rivera, se basa en el estudio del viñedo analizando el espectro de luz mediante una cámara SAM con una serie de lentes a las que se les aplican diferentes filtros. Las imágenes tomadas se graban en un disco duro de estado sólido desmontable permitiendo tener como mínimo un total de siete simultáneas de diferentes espectros de luz del viñedo.

De esta forma, y en combinación con los datos proporcionados por los sensores de suelo, el dron permite zonificar el viñedo con precisión y conocer de modo global el estado fisiológico y la situación vegetativa de la plantación. Además, los datos recogidos por la aeronave ofrecen un análisis detallado de toda la superficie del viñedo, desde su variabilidad, su estado hídrico o el desarrollo de la planta hasta la calidad de la uva.

Como resultado, este mecanismo ofrece un mapa cromático que, tratado con un software específico, arroja datos globales con un elevado rango de detalle sobre la cartografía de la parcela.

Ponte da Boga destaca la utilidad de este mapa ya que permite predecir fenómenos como la aparición de enfermedades o el momento óptimo de la cosecha, datos que no sería posible pronosticar con la simple observación del ojo humano.

La aplicación de I+D a la viticultura, y en particular los datos obtenidos a partir del uso de drones, facilita también la toma de decisiones importantes, sostiene Ponte da Boga, tales como cuál es el momento óptimo para la vendimia, qué tratamientos se pueden aplicar en cada zona del viñedo o si es necesario el riego en base a modelos de eficiencia energética, optimizando de esta manera el proceso de cosecha y cultivo, tanto en términos cualitativos como de eficiencia.