Los obreros volverán mañana al Ponte do Milenio para finalizar la remodelación integral a la que se sometió el pasado verano esta infraestructura que llevaba quince años operativa pero sobre la que no se había realizado ningún tipo de mantenimiento. El puente, que conecta el centro urbano de la capital de As Burgas con el populoso barrio de A Ponte y constituye una de las principales entradas a la ciudad desde de la A-52, estuvo seis meses en obras de reparación. Durante su ejecución explica el edil de Infraestructuras, José Araújo, detectaron "que la iluminación era insuficiente y que podía poner en riesgo la seguridad".

El Concello optó por mantener cerrados los accesos a la pasarela peatonal que se eleva sobre la plataforma y buscar financiación para renovar las farolas y mejorar la instalación eléctrica. Durante todo este tiempo el paso al excepcional mirador sobre la ciudad, el río Miño y sus puentes, ha estado cortado pero la mejora de la iluminación, avanza el edil Araújo, "permitirá su reapertura inmediata".

La financiación de los 38.000 euros necesarios ha llegado a través de la Xunta, y en particular de la Axencia Galega de Infraestruturas. Un convenio entre esta institución y el Concello de Ourense posibilitará la ejecución. Los trabajos consistirán en la revisión y puesta a punto de la instalación eléctrica e iluminación de todo el puente mediante la reposición de proyectores que están rotos, deteriorados o que no existen, asegurando así que la iluminación sea idónea en toda la infraestructura tanto para la circulación de vehículos como para el tránsito de peatones.

"Estamos ante un paso más del proceso de puesta en valor de nuestro propio patrimonio, y gracias a la colaboración institucional, conseguimos avances pensados para el bien común de la ciudadanía de Ourense", señala el alcalde, Jesús Vázquez.

El regidor recuerda que tras 15 años en servicio, el puente del Milenio no presenta daños estructurales, pero fue preciso realizar una serie de actuaciones para contribuir a su buen mantenimiento y una mejor conservación. En diciembre de 2015 se firmó un convenio de colaboración entre el Concello e Infraestructuras que, además de permitir contratar la reparación integral por 453.000 euros, regularizó jurídicamente la titularidad del puente, que pasó a ser del ayuntamiento una vez recibidas las obras.

Esta segunda fase de reforma, dirigida exclusivamente a la iluminación, permitirá completar la remodelación integral y recuperar para los ourensanos y visitantes el singular mirador.