La letrada que representa a la familia en la acusación particular, Beatriz Seijo, señaló al finalizar la prueba forense anticipada que los informes reflejan "claramente" que el agresor actuó "de forma sorpresiva" y que se trata, a su juicio, de un caso de asesinato con un "ensañamiento deliberado". Ambos forenses, apunta Seijo, "dejan claro cómo sucedió y la energía con que sucedió, las ganas, la inquina y la finalidad de matar que tenían ambos actos", indica en referencia tanto a la agresión de la madrugada del 2 de abril como al crimen del 8 de mayo en el hospital. "En el primero no lo consiguió y fue necesaria la actuación de los servicios sanitarios para salvar la vida de Isabel", añade la letrada, "pero en la segunda fue a rematarla; ojalá se hubiera podido evitar", señaló en alusión a la desprotección que sufrió la mujer.

La Fiscalía pide para el acusado 39 años de prisión, 14 por el delito de intento de asesinato y 25 por el delito consumado de asesinato. La acusación particular eleva la petición en 10 años más por la agravante de ensañamiento.