En sus horarios hay tiempo para los demás. Viven otras vidas, escuchan, ayudan, participan. Dan. "Nadie que haya aliviado el peso de sus semejantes habrá fracasado en este mundo", dijo Charles Dickens. Los voluntarios están ahí para otros. Ourense congregó ayer a 529 de toda Galicia, en un encuentro de Cáritas para compartir experiencias, celebrar y agradecer. "Es un día, por encima de todo, para darles las gracias. Sin ellos no podríamos llevar a cabo todas nuestras acciones", destaca Óscar Diéguez, coordinador de programas de la entidad diocesana en Ourense.

El comedor social. El ropero. Los programas de inserción laboral y ayuda a la mujer. El acompañamiento de mayores que viven solos. Los voluntarios representan el 90% de las personas que colaboran en los distintos niveles de la organización. "Intentamos estar cerca de las personas. La labor fundamental de Cáritas es la que se lleva a cabo en cada parroquia y que llega hasta el último rincón del territorio", expresa la directora de la ONG en Ourense, María Tabarés.

La próxima semana se presentará la memoria de actividad de 2016, la que pone cifras a una realidad con nombres y apellidos. Según la última publicada, la pobreza se cronifica: Uno de cada cuatro usuarios de Cáritas lleva tres años de alta. La entidad atendió a 11.138 personas en el último año con datos -2015-, pero su ayuda llegó a 28.000. El 75% de las peticiones de auxilio recurren a la organización de la Diócesis porque la prestación pública es insuficiente. "Estos años han sido realmente difíciles. Los recursos en Cáritas nunca son suficientes, porque cuanto más tuviéramos más gastaríamos. Siempre tenemos más ideas que recursos", resume la directora.

El escritor italiano Ugo Ojetti dejó para la posterioridad ensayos y críticas, pero para el caso, una gran frase: "La solidaridad es la fuerza de la gente débil". Hay más de 2.000 ciudadanos que colaboran con Cáritas en Galicia para dar su tiempo a los demás. Un total de 529 de estas personas, procedentes de las 5 diócesis de la comunidad, participaron ayer en Ourense en el décimo encuentro de voluntarios.

Una "sensibilidad especial"

La jornada de convivencia comenzó con una misa en la Catedral oficiada por el obispo, Leonardo Lemos. Tras la eucaristía, 5 voluntarios contaron su experiencia. Muchos más pudieron compartirlas durante una comida en el balneario de Arnoia que estuvo amenizada por el coro Aimil Folk, de Xinzo. "Llamados a ser comunidad" es el lema de la campaña de Cáritas. "Lo que mueve a los voluntarios es, en general, ayudar a los demás. Muchos se acercan por sus convicciones religiosas, pero su motor es esa sensibilidad especial que tienen hacia los demás, que les hace mirar a la persona que tienen al lado y tratar de ayudar", ensalza María Tabarés.