La juez de guardia en Ourense dejó ayer en libertad provisional y sin medidas cautelares a dos hombres de 38 y 34 años, S. V. S. y J. M. V. V., dos vecinos de Muíños detenidos por agredir la tarde del lunes a un profesor de autoescuela tras un pique de tráfico, dar positivo uno de ellos en alcohol y negarse el acompañante a hacer la prueba. El caso pasa a manos del magistrado de Instrucción 2 -le corresponde la instrucción por la fecha-, quien definirá la responsabilidad penal de estos individuos pero también la de la víctima de los golpes, R. G. C., de 42 años, un profesor de autoescuela, atendido en urgencias, y al que también se le hizo la prueba de alcohol y drogas. Dio positivo en cocaína y cannabis, aunque el resultado debe ser verificado por el laboratorio. Su atestado también va al juzgado 2.

Según el monitor, que iba a buscar a un alumno al Parque de San Lázaro, así como testigos -hubo más de 10 llamadas alertando-, tras tocar el claxon para que avanzaran en el semáforo, el conductor que estaba delante y su acompañante se bajaron para recriminarle, tras decir "que che pasa, por que pitas?", llegando presuntamente a agredirlo el copiloto por la ventana y a sacarlo del coche, golpeándolo en el suelo hasta el punto de arrancarle la camiseta con el forcejeo.

Los dos detenidos no niegan el altercado pero introducen un matiz. Según ellos, fue el monitor el primero en golpear. Su versión es que estaban parados en el semáforo, hablando. Se puso en verde y no se percataron. Cuando iban a reaccionar, el ciclo cambió a rojo y no pudieron cruzar a tiempo. Supuestamente, el coche de autoescuela pitó en reiteradas ocasiones. El conductor, S. V. S., se lo reprochó.

Siempre según los detenidos, el profesor se bajó, golpeó la luna de su Ford Fiesta y agredió presuntamente al conductor a través de la ventanilla. De hecho, S. V. S. también cuenta con un parte de lesiones: un golpe en la nariz y policontusiones. El juez decidirá qué versión es la real y si R. G. C. incurrió en ilícito penal. J. M. V. V. dice que él no golpeó (intentó una patada que no le salió, tal y como demuestra un vídeo). En el coche iba un tercero que no intervino y dijo que sus amigos habían bebido.

El copiloto no podía conducir

El copiloto no podía conducirAmbos individuos reconocen que tras esa primera acometida se enzarzaron con el profesor. S. V. S. dio un resultado en la alcoholemia de 0,69 mg/l, lo que constituye una tasa delictiva. Se enfrenta a un delito contra la seguridad vial y a otros lesiones. El ocupante, que se negó a soplar tras intentar presuntamente ponerse al volante (un testigo asegura que dio acelerones con la víctima delante, pero él lo negó ante la juez), afronta además un tercer delito de desobediencia grave por no querer dar su documentación. Tiene el carné retirado hasta 2020, tras dos sentencias judiciales. Mostró una actitud "desafiante y violenta", según la Policía.