El objetivo del gobierno municipal en su línea de actuación para combatir la cartelería ilegal es clara: "Queremos mantener limpia la ciudad". Así lo puso de manifiesto el alcalde, Jesús Vázquez, durante su comparecencia al término de la reunión de la Junta de Gobierno Local, en la que se daba cuenta de las acciones llevadas a cabo y que ponen de manifiesto la voluntad firme sobre esa cuestión.

Así, en la reunión de ayer se aprobó incoar cinco nuevos expedientes sancionadores por colocación ilegal de cartelería en fachadas y mobiliario urbano, con la imposición de multas a un total de ocho organismos por este motivo, con cuantías económicas que oscilan entre los 50 y 300 euros. Y aunque el regidor reconoce que "no es tanto la cuantía sancionadora, como la necesidad de acabar con ese tipo de prácticas".

En este sentido, un informe presentado fuera del orden del día de la Junta de Gobierno, se daba cuenta de todos los expedientes iniciados por el actual gobierno, con 35 expedientes sancionadores en estos momentos y con resolución firme, mientras que 76 se encuentran en fase de tramitación.

Así, Jesús Vázquez subraya que hace medio año el "repunte" de la cartelería ilegal en diversas zonas de la ciudad llevó a que el gobierno municipal se marcase una hoja de ruta, y la firme decisión de intensificar las inspecciones y el control sobre esta práctica irregular. Se trata de "acabar con este tipo de conductas incívicas que afean y dañan el patrimonio municipal y fachadas de edificios en diferentes espacios públicos de todos los barrios de la ciudad", indica.

Es por eso que desde finales del pasado año y hasta hoy, se procedió a la apertura de un total de 111 nuevos expedientes, de los que 64 fueron en los últimos cinco meses. Y que para el regidor ponen de manifiesto el compromiso que existe para combatir la cartelería ilegal.

Ordenanza

La Concejalía de Urbanismo, que daba cuenta en su informe de los expedientes abiertos y las inspecciones realizadas, advertía a la ciudadanía el deber de mantener limpia la ciudad y la obligación del Concello de sancionar a quien incumpla las ordenanzas municipales, en este caso la reguladora de publicidad exterior mediante carteles, cartelerías o vallas publicitarias.

El catálogo de infracciones es de lo más variado, aunque los eventos culturales y gastronómicos que se han desarrollado en la ciudad durante los últimos meses, son los principales. Hay denuncias contra la Feira dos Callos o la del Viño do Ribeiro, así como actividades que se celebraron en instalaciones municipales, como una representación teatral en el Auditorio,

Pero la cartelería ilegal también afecta a los partidos políticos, como es el caso del BNG, con un expediente abierto por un cartel en mobiliario urbano en la Praza do Trigo.