| A pesar del calor insoportable, algunos bañistas se atrevieron ayer con la piscina termal de As Burgas. El agua está a 37 grados, que es la temperatura que se registró en la ciudad (llegó a 37,8º). Las zonas termales del Miño también congregan a decenas de ourensanos que perpetúan en este espacio la temporada estival. Estos días, con el calor sofocante, los bañistas prefieren refrescarse en las aguas del río, aunque también hay valientes que se mantienen fieles a las pozas.