No dejaba de llamarla. Le enviaba mensajes de texto y de voz por Whastapp de manera continuada, a cualquier día del día o la noche. Incluso llegó a apostarse detrás de la puerta de su casa para oír sus conversaciones. También profirió amenazas. Antonio Á. R., de 29 años, fue ayer a juicio por un delito continuado de coacciones y dos de amenazas. Se enfrentaba a una petición inicial de 5 años de prisión. El encausado admitió su culpa, sellando un acuerdo de conformidad con la Fiscalía que rebaja el castigo. No ingresará en la cárcel tras aceptar un total de 2 años. La condena asumida por él le prohíbe acercarse a la víctima o comunicarse con ella durante 4 años y medio.

El hombre se conforma con 15 meses de prisión por las coacciones continuadas, 9 meses por un delito de amenazas más una multa de 90 euros por un delito leve de amenazas. En total, la sentencia asumida impone 4 años y medio de alejamiento y el mismo periodo sin poder tener o llevar armas. El acosador tendrá que indemnizar a la víctima con 3.000 euros, en concepto de los daños morales sufridos.

El hombre mantuvo una relación sentimental y de convivencia con la víctima durante 6 años, con un hijo menor en común. No asumió la ruptura, que se produjo en septiembre de 2015. Desde entonces, tal y como queda probado con la conformidad, hizo a su expareja llamadas telefónicas, mensajes de texto y voz, llegando a apostarse detrás de la puerta de su vivienda, tras esperar a que llegara. Desde principios de 2016, el comportamiento de hostigamiento por parte del acosador se vio agravado, porque le envió mensajes de voz y texto con expresiones del siguiente tenor: "Por ti mato, soy capaz de matar a una persona por ti, no me importa ir a la cárcel. No me gustaría verte con otro porque no sé si respondo".

Amenazas de muerte

El 5 de enero de 2016 se encontró con la víctima en un bar y le profirió gritos, dentro del local: "Si no eres mía no vas a ser de nadie". Además, en fechas próximas al 31 de diciembre de 2015, el individuo se acercó a otro hombre en un local de hostelería. Creyendo que dicha persona mantenía una relación sentimental con su expareja, se mostró agresivo y desafiante, llegando a manifestar el acusado: "Le voy a meter dos tiros a Teresa y así se acabará todo". También se considera probado que, a partir de enero de 2016, Antonio Á. R. envió a su ex varios mensajes de texto y audio, también por Whatsapp, donde le manifestó amenazas de muerte.