La Fiscalía acusa a un padre ourensano de un delito de maltrato a su hija menor, lo que podría traducirse en una prohibición de acercarse a la niña, a menos de 200 metros, o de comunicarse con ella, durante un periodo de 2 años. Presuntamente, el adulto la agredió y la llamó "zorra y puta". Los hechos son de hace un año e iban a ser juzgados ayer, pero la vista fue suspendida para nueva fecha. La tarde del 15 de mayo de 2016, sobre las 19.15 horas, el padre se encontró con su hija de 13 años en compañía de otro menor. Ambos estaban sentados en una escalera del barrio de O Couto.

La golpeó con el móvil

Sin mediar palabra, según el fiscal, el progenitor cogió a su hija por la cabeza y la introdujo a la fuerza en su vehículo. Una vez dentro le dio presuntamente varias bofetadas y un golpe en el pómulo con el teléfono móvil, le tiró del pelo y además la insultó, llamándola "zorra y puta".

La menor sufrió policontusiones. Recibió asistencia médica y las heridas tardaron en curar cinco días, según certificó el médico forense. La Fiscalía propone 4 meses de prisión por el delito de maltrato, o bien 33 días de trabajos en beneficio de la comunidad si el acusado mostrase su conformidad. En cualquier caso, se expone a los 2 años de alejamiento y a la prohibición de tener armas durante el mismo periodo, así como a pagar a su hija 150 euros de indemnización.