Tras 25 años luchando por controlar la incidencia del gas radón en Galicia, Juan Miguel Barros Dios reconoce que durante este período "hubo pocos avances", desde el punto de vista administrativo, por la existencia de una legislación que "no se aplica". Por lo tanto, admite que siente "cierta frustración, al ver que hemos avanzado tan poco".

En líneas generales, las construcciones antiguas suelen concentrar mayor cantidad de gas radón, por las filtraciones que tienen por las grietas. "Pero no porque tenga la casa de piedra. Esa es una estupidez que funciona por ahí. La casa de piedra no supone más que el 20% del radón que puede usted tener en casa. Por lo tanto, el 80% sigue entrando por abajo", explica el director del Laboratorio de Radón de Galicia.

Juan Miguel Barros Dios indica que "hay soluciones baratas" para sacar el gas radón de las viviendas, aunque "algún listo se esté anunciando por ahí como experto en reducción de radón y hace presupuestos de 20.000 euros. Esto es una estafa. Habría que meter en la cárcel al tipo. Pero si la gente pica, allá ellos". En este sentido, advierte: "Cualquier obra de reducción de radón que supere los 2.500 euros, mano de obra incluida, es una estafa".