Una auténtica marea humana integrada por miles de fieles, portando sus correspondientes velas encendidas, participaron ayer en la procesión en honor de la Virgen de Fátima, la cita mariana más multitudinaria de la diócesis. Ni la repentina aparición de la lluvia, antes de la llegada a la Catedral, consiguió amilanar a los participantes que continuaron con una mano en la vela, y en la otra su paraguas.

De hecho se cree que la cita ayer, batió todos sus récords, superando los 40.000 asistentes de toda la provincia, al coincidir la procesión en víspera de día no laborable, así como con la celebración del centenario de las apariciones marianas en Cova da Iria (Portugal) donde ayer el Papa, canonizó a Jacinta y Francisco, dos de los tres niños a los que, según su testimonio, se les apareció la virgen.

Por otro lado la novena y procesión coincidió este año con el 55 aniversario de la inauguración del santuario de Fátima en el barrio de O Couto, en Ourense

"Esta fecha especial de los 100 años de las apariciones debió de influir porque, si cada año tenemos miles de fieles, este año fue espectacular ya la novena y superamos todas las expectativas en jornadas incluso como la del día de las madres. Las flores ya no cabían en la iglesia", reconoce César González, uno de los párrocos de la iglesia de Fátima.

Tras una jornada de intensos preparativos para esta procesión, la carroza engalanada de flores de la virgen partió con puntualidad a las 22.45 horas de ayer, seguida de ese reguero de fieles que, desde últimas hora de la tarde se habían ido acercando al barrio de O Couto, para participar en este acto, culmen de la religiosidad, para los devotos de Fátima.

La luminosa marcha procesional enfiló, encabezada por la margen mariana la calle Ervedelo, Progreso, Cruz Roja, Lamas Carvajal y Santa Eufemia hasta la Catedral de Ourense, a donde llegó ya rondando la medianoche. Como es habitual, todos los participantes fueron siguiendo los cánticos a través de los aparatos de radio. Ese fue también para miles de fieles la única posibilidad de seguir luego la misa pues la mayoría de los participantes en la procesión no pudieron estar en la Catedral ante la imposibilidad física para acogerlos a todos.

Ya en la catedral, oficiaron la misa el cardenal emérito de Sevilla, Carlos Amigo, quien lleva ya tres días en Ourense participando en algunos de los actos de la novena de Fátima y el obispo de la diócesis, Leonardo Lemos, quien vivió ayer un auténtico maratón. De hecho participó durante toda la jornada en la misa y actos de canonización de Jacinta y Francisco en el santuario de Fátima de Portugal, un multitudinario acto religioso oficiado por el Papa Francisco.

Leonardo Lemos fue uno de los cientos de sacerdotes y obispos que concelebraron esa misa histórica a la que asistieron se cree un millón de fieles, y pese a todo consiguió llegar a tiempo para participar en los actos religiosos de la Virgen de Fátima de O Couto.

Tras la misa, algunos fieles acompañaron a la imagen mariana de vuelta hasta O Couto. La lluvia hizo su aparición durante todo el recorrido, pero no impidió esa a serpentina de luz de 1,2 kilómetros que dibujaron los fieles.

El párroco del santuario de Fátima de O Couto, reconoce que este año "ha sido increíble en todos los sentidos, no solo hubo hasta 80 voluntarios, ayudando en todo, si no que vimos muchos jóvenes que asistían a las novena a 7 de la mañana antes de irse a su trabajo", explica. La de anoche, fue una gran fiesta de fe para los católicos, que ayer coincidía con el 55 aniversario de la inauguración del santuario. La parroquia existía desde 1948.