El fiscal mantuvo ayer la acusación, tras el juicio, contra un acusado de quebrantar tres veces la orden de alejamiento que le impedía comunicarse con su expareja o aproximarse a menos de 500 metros. Se enfrenta a 11 meses de prisión.

La prohibición le fue impuesta en una sentencia de abril de 2015 y estaba en vigor hasta abril de 2016. Sin embargo, en tres ocasiones de junio de 2015 la incumplió, presuntamente. En una ocasión se encontró con su expareja en compañía de un amigo, se le acercó por detrás y le tocó varias veces en el hombro, al tiempo que reía y le decía "alégrome moito". Al día siguiente, llamó con número privado al teléfono de la víctima, contestando la hija, que cortó la llamada tras recordarle que estaba en vigor el alejamiento.

El 21 de abril, cuando la mujer estaba con un amigo, el acusado se le acercó de nuevo y permaneció a su lado mientras bailaba y se reía, según el relato de hechos del fiscal. El acusado niega la culpa y la magistrada del Penal 1 dictará sentencia.

Otro acepta seis meses

Ayer se celebró otro juicio por el mismo delito ante el mismo tribunal. D. G. R. se conformó con una pena de 6 meses de prisión por quebrantar la orden que le impedía acercarse a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier lugar a menos de 300 metros de su expareja. La tarde del 12 de marzo de 2016 vio a la mujer con una amiga en un bar y estuvo en el contiguo, más cerca de lo debido. El día siguiente la vio en un pub y, lejos de marcharse, se quedó, la miró se rió de forma exagerada, estando allí 20 minutos.