El concejal de Fomento, David Regades, desgranó ayer las iniciativas que está llevando a cabo el gobierno local para convertir Vigo en una ciudad más accesible. Además de recordar que los 444 semáforos que regulan intersecciones en la ciudad ya cuentan con dispositivos acústicos, Regades anunció una nueva inversión de 60.000 euros para completar el plan de accesibilidad iniciado hace una década y que pasa por rebajar las aceras y dotarlas de mecanismos con los que las personas con más dificultades puedan identificar las zonas de mayor peligro (losetas rojas con los resaltes con puntos) y las que marcan un corte en el vial (losetas con los resaltes en líneas). El concejal, que remarcó que el objetivo del gobierno local es la humanización del "cien por cien de las calles de Vigo", precisó que su departamento también trabaja para que todas las intersecciones sean accesibles y que las obras en una veintena de cruces de una docena de calles de la ciudad se acometerán este verano.