A Pablo Picasso, que pintó hasta el día antes de morir, a los 91, se le atribuye esta frase: "Cuando me dicen que soy demasiado viejo para alguna cosa, procuro hacerla enseguida." Felipe de Edimburgo se retirará en otoño -ya con 96- de las obligaciones y los focos de un príncipe de Inglaterra. Cada profesión es un mundo y cada jubilación, un paso personal. La edad real de entrada en la vida inactiva está en los 64,1 años pese a la aplicación paulatina de la reforma que en 2027 no permitirá dejarlo, con retribución intacta, antes de los 67, dependiendo del tiempo cotizado y de las circunstancias de cada oficio. En la provincia de Ourense, con la menor tasa de actividad de toda España -son más los inactivos-, donde las pensiones por jubilación son las más bajas del país (68.500 jubilados perciben una media de 730,52 euros, 329,57 menos que el promedio), unos 1.600 trabajadores continúan siéndolo en la tercera edad. Menos del 2 % de los mayores de 65 en uno de los territorios más envejecidos de Europa puede, debe o elige trabajar: son 1.000 hombres y 600 mujeres que cotizan cuando podrían retirarse.

"Se non traballara, costaríame ter unha disciplina horaria". Lo dice Nemesio Barxa Álvarez (Viana do Bolo, 1935), quien a sus 82 años permanece en activo como abogado, con despachos en Ourense y Vigo. Se colegió en la ciudad de As Burgas en 1959 y es el número 30. No es el más veterano de los letrados que aún trabajan, pero sí el colegiado más antiguo. En Vigo, donde atiende los viernes e incluso algún sábado por la mañana, se registró en 1969.

El horario de este abogado octogenario no difiere mucho del de cualquier profesional joven. Por la mañana, en la oficina de 9,30 a 13 horas y, por la tarde, desde las 17 a las 20, e incluso más tarde. Según datos facilitados por el Colegio de Abogados de Ourense, 28 de los 684 abogados en ejercicio en la provincia tienen más de 65 años (un 4 %). La mitad de los veteranos letrados está entre los 65 y los 75 (15). En el rango de edad de Nemesio Barxa hay otros 6 colegiados, y el mayor todavía en ejercicio sigue en el oficio a los 93.

Nemesio Barxa es un lector ávido y sigue escribiendo en revistas de ámbito nacionalista. Además preside la Irmandade dos Vinhos Galegos, una cofradía que lo ocupa al menos una vez al mes con reuniones para preparar catas y eventos. Son varios sus entretenimientos además del mes de vacaciones en agosto, como el grueso de los abogados. En su vida sin jubilación -"non me marco límite de idade para seguir traballando"-, no perdona una especie de retiro que cabe en cada jornada. "Todos os días saio á 1 do escritorio, subo a unha finca que teño a 12 kilómetros de Ourense, entretéñome cos cans, lévolles algo pra comer, e xogo con eles".

La abogacía es una profesión que exige actualización constante por los cambios legales continuos y, en los últimos años, también tecnológicos. Barxa utiliza el ordenador para redactar escritos, accede a la base de datos de sentencias, pero reconoce que para el manejo de la herramienta de envíos y notificaciones Lexnet recurre a su secretaria, "é unha marabilla e encárgase de solucionar o que eu non son quen".

Nemesio Barxa, miembro fundador del Consello da Avogacía Galega, llegó a ser propuesto por el Parlamento gallego para el Tribunal Constitucional como jurista de reconocido prestigio. Tras 57 años de carrera no ha perdido el sentido de la responsabilidad con cada caso. "A experiencia adquirida pode darche unhas táboas pero as circunstancias en calquera pleito son moi variables, non hai dous pleitos iguais". Y añade: "Os xuízos hai que estudalos todos. En ningún caso podes pensar que a túa experiencia de moitos anos che vai permitir saír do problema que se poida plantexar na vista. Un debe acudir exactamente igual de preparado que cando comezou".

Cuando le toca defender determinados intereses en un caso, frente un letrado de la parte contraria mucho más joven, Barxa trata de ser "o máis colaborador posible, o que non quere dicir que me entregue. Pola miña parte amoso todo o respecto. Deles cara min, pois ves de todo. Hai xente nova moi educada e hainos que non tanto". Ha constatado un cambio en el talante y las relaciones entre profesionales del derecho. En sus inicios, afirma, el trato era más cercano, si bien el número de colegiados era mucho menor. Hoy aprecia una cierta desconexión entre los compañeros. "Da época aquela, os que continuamos en activo penso que seguimos todos tendo unha boa relación, aínda que non nos vexamos moito".

Son mayoría los hombres entre las personas que no se retiran al cumplir los 65 en Ourense, pese a que la esperanza de vida es más de 6 años mayor (86 y medio) en el caso de las mujeres de la provincia. La cifra de ocupados en la edad de jubilación es la segunda más alta en los últimos 8 años, tras los 1.700 que lo estaban al cierre de 2015. En 2010, 2011 y 2012 había menos de 1.000.

14 siguen en la sanidad pública

En lo que va de año, prorrogaron su jubilación 14 profesionales del Sergas en Ourense: 10 médicos de distintas especialidades, 2 enfermeras y 2 celadores. José Luis Doval, de 65 años, jefe de servicio de Ginecología del CHUO desde hace más de un decenio, se incorporó en enero a este grupo de los activos que ya podrían dejarlo. Él da un triple motivo: "Me gusta lo que hago, estoy en perfecta forma física y psíquica y, por qué no decirlo, está el tema económico: la jubilación de un médico representa un 50% de su salario".

El límite para seguir ejerciendo en la sanidad pública son los 70 años. Tras cumplir 65, el profesional necesita prórrogas anuales para seguir ejerciendo en el hospital. Es imprescindible superar el examen de salud laboral y se tiene en cuenta la actividad del año anterior y las necesidades del propio sistema. Doval va paso a paso: "Si me sigo encontrando a gusto, de momento iré pidiendo prórrogas, pero a veces la vida cambia de repente". Trabaja de 8 a 15 horas y un sábado de cada tres. "Lo llevo bien. Siempre he ido a más desde el punto de vista intelectual y hacer cosas todos los días y tener nuevos retos, para mí, es un estímulo. En estos años me he tenido que adaptar a la evolución de la tecnología, pero lo importante es tener ganas de hacer cosas todos los días".

¿Basta con la experiencia para defenderse en la sanidad pública? "Un médico que hoy en día no se actualice con ningún tipo de formación, en 3 o 4 años se queda desfasado; la evolución es enorme".