El grupo textil Adolfo Domínguez perdió en su último ejercicio fiscal, cerrado en febrero, 22,7 millones de euros, frente a los 7,9 millones que ganó un año antes, en el que logró beneficios gracias a los resultados extraordinarios obtenidos con la venta de inmuebles (42,3 millones).

Sin dichos ingresos, la compañía habría perdido casi 30,7 millones en 2015, según las cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en las que, además, cifra en 9,6 millones el impacto negativo de los cambios en la regulación fiscal en sus cuentas de 2016.

Así, excluidos ambos efectos, las pérdidas del ejercicio finalizado el pasado 28 de febrero habrían sido de 13,3 millones de euros, inferiores en 17,5 millones a las de un año antes.

En cuanto a la evolución del negocio, Adolfo Domínguez destaca que las ventas crecieron el 4,3%, hasta los 110 millones de euros, con un repunte de las ventas por tienda del 9,2% y del 4,9% en datos comparables (sin tener en cuenta cierres, reformas o cambios de venta en depósito a firme).

El cambio del equipo de gestión, al que responsabilizó directamente de la situación por la que atravesó la empresa, fue determinante. Los datos que manejan ahora en la firma revelan que a corto plazo se puede recuperar la estabilidad en beneficios, que tendría en la internacionalización una de sus claves.

Datos

El resultado bruto de explotación (ebitda) arrojó un saldo negativo de 8,7 millones, informa EFE, con lo que la firma redujo sus pérdidas operativas a la mitad (-17,8 millones en 2015), gracias al comportamiento de las ventas, la evolución del margen y la disminución de los gastos operativos.

La compañía fundada por el modisto gallego del mismo nombre cerró el ejercicio con 511 tiendas, 33 menos que un año antes. En Europa, el número de establecimientos se redujo en 22 (hasta 299) mientras que en México, su principal mercado exterior, se mantuvo estable (137).

En México, las ventas crecieron el 11,5% pese al desfavorable tipo de cambio, en Europa bajaron ligeramente, hasta los 75,2 millones de euros, y en Japón pasaron de 8,8 a 7,8 millones.

En su conjunto, las tiendas cerradas dejaron de aportar a la cifra de ventas 5,3 millones de euros.

Estos son algunos de los datos que ha presentado esta mañana el comité de dirección en una rueda de prensa celebrada esta mañana en la nave central de San Cibrao das Viñas, en Ourense, en la que no estuvo el modisto gallego.

Domínguez sí participó previamente en una visita a las instalaciones con los medios de comunicación. En la rueda de prensa, el vicepresidente de la empresa, Luis Caramés, se ha mostrado optimista con los datos y ha aclarado que, si bien todavía no son del todo satisfactorios, "se ha dado la vuelta" a la tendencia más negativa, algo que ha atribuido al cambio del consejo de dirección.

Con carácter previo, el propio Adolfo Domínguez defendió, durante la visita a las instalaciones, el cambio de dirección tras los "malos resultados" obtenidos en los últimos años y que les ha permitido pasar de perder "veinte euros por cada 100 euros que vendíamos" el año pasado a ganar en la actualidad "dos euros de cada cien", tal y como ha subrayado.

"Puedo decir que hemos tapado la brecha, no se pierde dinero, estamos ganando dos euros por cada cien que facturamos cuando hace siete meses perdíamos veinte", ha zanjado Domínguez, quien enseñó los trabajos que se realizan en las naves que tiene la empresa en San Cibrao.

Para refrendar este cambio de tendencia, el vicepresidente de la compañía, asimismo, ha significado la mejora de las ventas, que pasaron de 54,3 millones en 2015 a 59,1 en 2016, y también la reducción de la cifra de endeudamiento, hasta el 0,56 por ciento, la cual "en los tiempos que corren" ha considerado "muy importante", además de destacar los cambios en el plan de compras que han permitido "comprar mejor y con mejor calidad".

El objetivo es poder "reportar beneficios cuantos antes", ha indicado Caramés, quien ve "un punto de inflexión" en los resultados del segundo semestre de 2016.

En esta línea, el director de control de gestión de la compañía que da trabajo a más de 600 empleados en Ourense y 1.300 en total, Antonio Puente, ha subrayado que los datos aunque todavía "no son positivos invitan a ser optimistas", y ha asegurado que las pérdidas no habrían sido tan importantes si no hubiese sido por el cambio de legislación, que supuso el pago de casi diez millones de euros en concepto de impuesto de sociedades.

Por otra parte, ha explicado que están "en negociación" para llevar las líneas de e-commerce y línea U de Madrid su central en Ourense.

Por su parte, Dora Casal, directora de retail, ha confirmado una serie de "ajustes" y movimientos en la organización de las tiendas, que pasa por situarlas en las mejores calles de las ciudades y cuyo proceso, ha asegurado, está "vivo".

Ya por último, Caramés, que ha valorado que quizá la anterior dirección siguió "el camino equivocado", ha descartado nuevos fichajes al entender que ahora mismo "es mejor no tocar nada".

Y ha confirmado a preguntas de los periodistas una "excelente relación" con Puig, a pesar de su salida del consejo de dirección, y que, según ha dicho, "no se ha resentido".