Alexandru Marius Luca (22), el acusado de matar a Tomás Milia (72) en octubre de 2013, tras discutir por el precio de una relación sexual, habló hoy por primera vez desde que reconoció los hechos a la Policía tras ser detenido. El presunto homicida hizo uso del derecho a última palabra que se concede a los encausados como cierre de los juicios. El rumano acusó a la Policía de haberlo maltratado física y "psicológicamente", sugiriendo, sin decirlo, que su confesión en comisaría estuvo condicionada por presiones de los agentes. "Me dieron una paliza gravísima", dijo. Sin embargo, ni el médico de urgencias que lo atendió ni la abogada de oficio que lo asistió entonces observaron ni objetaron nada. Tampoco él manifestó nada de sus acusaciones de hoy, con el caso visto para sentencia. Luca también habló al tribunal de lo mal que lo pasó, según dijo, en la prisión, hasta el punto de llegar a arrojarse desde un tejado del centro de Pereiro.

Cuatro días de prueba dejaron paso hoy a los informes de conclusiones de las partes. El fiscal sostiene que Marius Luca acabó con la vida de Milia, pero ha rebajado su petición de condena. Pide 14 años por el homicidio (como en un inicio), 6 por el incendio (reduce la mitad, al considerar que el riesgo para el vecindario fue mínimo), 3 por el atentado a la autoridad y 3 años y medio por el robo con violencia. En total, 26 años y medio de prisión frente a los 33 solicitados al principio.

La acusación particular que representa al viudo se adhirió al ministerio público. La que ejercen el hermano y los sobrinos de la víctima reclama 49 años de prisión. El letrado ve acreditado que el acusado atacó por la espalda a la víctima, sin que tuviera posibilidad de defenderse, por lo que la alevosía convertiría el homicidio en asesinato. También sostiene que el incendio que prendió presuntamente para borrar pruebas, avanzada la madrugada, puso en riesgo grave la vida de los vecinos del edificio.

Por su parte, la defensa solicita la libre absolución, argumentando que no hay pruebas de que Marius Luca fuera el autor del crimen. En algunos puntos, como el traslado del cadáver a la bañera, donde lo hallaron los bomberos, sostiene que habría sido necesaria la intervención de alguna otra persona. La abogada de oficio, que ha defendido el caso con solvencia tras solo un mes para prepararlo por la renuncia del abogado de pago, propone en el peor de los casos que el encausado sea castigado con la pena mínima por 4 posibles delitos: 10 años por el homicidio, 3 meses por un hurto (en lugar de un robo con violencia), otros 3 meses por desobediencia más una multa por daños causados por incendio.

La Audiencia Provincial de Ourense dictará sentencia en las próximas semanas. El acusado ha sido conducido de regreso a prisión. Lleva entre rejas, como medida preventiva, desde octubre de 2013.