La pasarela de Oira ubicada al lado del complejo fluvial del mismo nombre, y que une las dos riberas del Miño, conectando así una senda de paseos ribereños de más de 15 kilómetros, tiene ya iluminación nocturna.

El nuevo sistema de iluminación se puso en funcionamiento en la noche de ayer, cinco años después de la inauguración de esta pasarela en parte a causa de la petición de deportistas y peatones que la utilizan en horas de la noche, que reclamaban más seguridad en el entorno.

Como contrapartida estrena un sistema novedoso, pues es la primera pasarela de la ciudad que no estará tirando de la factura eléctrica toda la noche, sino que se iluminará solo cuando pasen peatones y la luz se moverá con ellos. Esto será posible gracias a que cuenta para su encendido, "con un reloj astronómico con 12 sensores de presencia", indica el Concello. El sistema de ahorro permitirá un gasto energético "inferior al de una batidora", puntualiza el Concello.

El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez , el concejal de Infraestructuras, José Araújo, la secretaria de la Xunta en Ourense, Silvia Dorado, y el portavoz del grupo municipal socialista, J.Ángel Vázquez Barquero, fueron algunos de los asistentes este acto inaugural de una iluminación fruto de la gestión del Concello para atender la demanda vecinal y que fue sufragada por la Xunta con un presupuesto de casi 60.000 euros.

La iluminación, instalada y diseñada por una empresa gallega Aplicaciones Servicios y Montajes de Sistema, SL. , "está adaptada a los elementos ya existentes en la estructura de la pasarela para conseguir una iluminación coherente con la estética de la ponte y lograr su mimetización e integración en el entorno", explica el Concello en la presentación del proyecto.

Es una iluminación "escénica, eficaz, eficiente y ecológica, ya que consume menos que una batidora doméstica. El diseño de la iluminación y de las luminarias fue realizada de forma exclusiva para este puente" , señalaron.

La luz se emite de forma semirasante a lo largo de la mitad y a cada lado de la misma hacia el otro lado, dispersando la luz en forma de abanico de dentro hacia fuera, evitando su incidente sobre pilones y tensores generando así sensación de flotabilidad y minimizando la luminosidad fuera de dicha pasarela. Un elemento diferencial de esta instalación es el cuidado con el que se diseñó para poder disfrutar de la naturaleza.