No es la primera vez que los actos vandálicos atentan contra el patrimonio cultural, medioambiental, arqueológico o, en este caso, contra el religioso, como ocurrió hace unos días en el Concello de Lobios donde el PSOE denuncia un atentado con el Cruceiro de San Roque, al que le rompieron parte de la cruz para sorpresa y disgusto de los vecinos.