La ciudad de Ourense se ha levantado esta mañana llena de humo. El característico olor a ceniza, más habitual del verano, se ha percibido este lunes por la atípica situación de incendios forestales que sufre Galicia asociados a la sequía de los últimos meses y las temperaturas más altas de lo habitual para esta época del año.

El humo situado sobre Ourense procede del incendio forestal todavía activo que ha arrasado más de 100 hectáreas en Sober, en la Ribeira Sacra. La localidad lucense está a 45 kilómetros de la capital de As Burgas.

El ambiente se satura aún más si cabe por la concentración de polen y otros alérgenos en el aire, esta sí una estampa propia de la primavera.