Con "el esfuerzo de más de 50 años, un trabajo incansable con honradez e inteligencia, y ahorrando, no podríamos haber llegado a ésto". Cualidades de "nuestra tierra gallega" que según Jesús Garriga Domínguez (hijo del dueño), llevaron a su familia a tener uno de los balnearios con más historia de Galicia, y cuyas nuevas y modernas instalaciones se inauguraron ayer. Un acto que contó con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien agradeció esta iniciativa privada que supuso una inversión 3.5 millones de euros y anunció que la Xunta remitirá al Parlamento una Ley de aguas termales de uso lúdico para definir, organizar y ordenar todas las capacidades del sector y ponerlo en valor. Ley que aseguró permitirá planificar termalmente la provincia de Ourense.

Tras derribar el viejo balneario y varios años de obras, O Carballiño cuenta desde ayer con unas modernas instalaciones que se erigen como todo un referente termal en Galicia. El titular de la Xunta apuntó que este acto tiene "un simbolismo" porque "es una familia que invirtió buena parte de su patrimonio para generar valor, empleo, dar a conocer más O Carballiño en el mundo del termalismo, por apostar, invertir, por Galicia, por Ourense, y por O Carballiño". Aseguró que poner en valor lo que los demás no tienen, como las aguas termales, es "una estrategia que no falla", por lo que invertir en este balneario "no es un gasto de la Xunta sino una inversión para crear riqueza". Asimismo, apuntó que a partir de 2019, con la llegada del Tren de Alta Velocidad, este balneario estará a poco más de dos horas de Madrid, augurando un futuro "termalismo de alta velocidad".

Feijóo se refirió al termalismo como un modelo de calidad, estable, descentralizado y desestacionalizado. "Cualidades todas que nos configuran como destino único", recordando que Galicia es la comunidad con más balnearios, un negocio que mueve cerca de 60 millones y genera más de 1.200 empleos directos.

Asimismo, destacó que el Plan de turismo termal permitió ya llevar a cabo actuaciones como el balneario de Cortegada, la conversión de la fortaleza de Monterrei en parador, obras de rehabilitación y acondicionamiento como las del Monasterio de San Clodio en Leiro con su oferta de vinoterapia, la ampliación de las termas en Lobios y una piscina termal en Laias.

Y en esta línea, anunció además que se creará el Club do Produto Turístico da Auga de Galicia y "seguiremos trabajando en el Plan de turismo de saúde de Galicia".

A la inauguración también acudió el presidente de la Diputación, José Manuel Baltar, quien apuntó que con este nuevo balneario "Partovia pasa del siglo XVIII al XXI, uniendo historia, tradición termal, innovación y modernidad", y que esta iniciativa de la familia Garriga "supone tener visión y seguir posicionando a Ourense" como territorio termal.

Asimismo, subrayó que la cooperación entre Diputación y la Xunta "hace posible que sigamos desarrollando el Plan `Ourense, a provincia termal´, que está ahora ejecutado al 50 por ciento", y adelantó que se llevará a cabo la construcción de un paseo termal que unirá los tres grandes centros termales de O Carballiño, como son el Gran Balneario, Caldas de Partovia y el Bañiño de Arcos.

Por último, aprovechó para hacer un reconocimiento al doctor Luis Rodríguez Míguez, destacando su contribución en los ámbitos de la investigación y promoción del termalismo contemporáneo, de quien recordó que la Diputación continúa con los trámites "para concederle, a título póstumo, la Medalla de Oro de la provincia". Un reconocimiento al que también se sumó la familia Garriga, que además mostró todo su agradecimiento a los clientes y usuarios del balneario, "la mejor publicidad que tenemos, que nos ayudaron a pasar del siglo XVII al siglo XXI y a acometer esta inversión".

Asimismo, a las instituciones, como Xunta,Diputación, Concello, entre otras, "que nos apoyaron y estoy seguro nos seguirán apoyando", destacando que solo se ha ejecutado un 60 por ciento del proyecto previsto y "no lo podemos hacer solos".

Un apoyo institucional al que también animó a seguir el alcalde carballiñés, Francisco Fumega, quien subrayó la "combinación perfecta" de colaboración entre empresa privada e instituciones. Aseguró que ayer fue un día especial para O Carballiño, ya que el termalismo estaba "fuera de juego, no adaptado a la realidad", pero que ahora con esta iniciativa se prevé además un repunte en la economía local.

Este balneario está situado a dos kilómetros de la villa de O Carballiño, y ocupa el recinto del antiguo edificio del año 1842, cuyas aguas, que manan a 37 grados, fueron declaradas de utilidad pública en 1929.

Las modernas instalaciones, con más de 10 personas en la plantilla, cuentan con piscina dinámica, canal de fleboterapia, baños medicinales y de hidromasaje, salas de masaje, y mucho más en sus casi 2.000 metros cuadrados de superficie construida. Sus aguas minero-medicinales están consideradas entre las mejores de España, definiéndose como mesotermales (37º), sulfuradosódicas, cloruradas, bicarbonatadas y de mineralización muy débil.

Se recomiendan para tratar el reumatismo, la piel, problemas circulatorios y digestivos, y ya los romanos conocían estas aguas y en la Edad Media, dependiendo del Priorato de Oseira, sirvieron como elemento curativo para los vecinos con pocos recursos.