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Dalí desvela su faceta más literaria

- Afundación expone 72 grabados que muestran la cara más moralista y crítica del artista - Las piezas están inspiradas en algunas de las grandes obras de la literatura universal

Los primeros visitantes disfrutan de la exposición en la sala Afundación, en la Praza Maior. // Brais Lorenzo

La sala de exposiciones Afundación de la Praza Maior de Ourense inauguró ayer la muestra "Salvador Dalí, contador de historias", una colección de 72 grabados y estampas de los llamados ciclos literarios del artista en los que combinó arte gráfica y literaria, dando lugar a ilustraciones evocadoras de los libros que más le impresionaron. Las piezas, procedentes de la Fundación Museo de Artes do Gravado á Estampa Dixital, podrán visitarse hasta el 2 de julio.

La comisaria de la exposición, Gloria Patón, explica que Dalí era un lector "culto y empedernido" que ilustró más de 50 obras literarias, como la Biblia o La vida es sueño, de Calderón. Las tres series que centran esta exposición giran alrededor de Pantagruel, de François Rabelais; Le bestiaire, de La Fontaine, y El ingenioso hidalgo don Quijote, de Miguel de Cervantes.

Lo que el público puede ver a través de estas ilustraciones es un Dalí desconocido con un "afán moralizante" con el que acompañaba su personalidad y creación provocadora y chocante. "Siempre que nos referimos a Dalí pensamos en la locura de los símbolos, esa imaginación desbordante... Pero no nos damos cuenta de que el autor está intentando tanto criticar los defectos, los vicios y bajezas del ser humano, como dar un ejemplo moralizante", explica Patón.

En Los sueños caprichosos de Pantagruel, ilustrado en el siglo XVI, ya se hacía una crítica a la sociedad y a las instituciones del momento. La comisaria Gloria Patón apunta que los 25 grabados de esta serie constituyen una colección "muy divertida e interesante" porque Dalí no cambia los personajes semihumanos de Desprez, sino que "respeta el dibujo original y lo copia literalmente; se recrea en esa ilustración e incluye en la obra su propia visión".

La serie dedicada a las fábulas de La Fontaine, incluye doce grabados que incorporan el toque "personal y casi mágico" del artista catalán para mostrar "un mundo irreal que pretende moralizar sobre los comportamientos humanos". En esta colección, Dalí perfila los defectos y las virtudes con un trazo ágil y rápido, en el que se distinguen algunos de los motivos más conocidos de su iconografía como los elefantes con patas de jirafa.

La tercera serie se centra en el Quijote, su 'alter ego', apunta Gloria Patón, que recuerda que Salvador Dalí llegó a firmar con un pequeño Quijote y que lo ilustró en innumerables ocasiones. "Se ve reflejado en él como moralizador, como caballero y justiciero", afirma la comisaria. El punto de locura del Quijote está también en Dalí, que encuentra en Gala a su Sancho Panza, "es ella quien le ponía los pies en el suelo". Las similitudes entre ambos están también en la fascinación por los sueños, la fantasía desbordante, la visión irracional, el apasionado y fervoroso amor por una dama. Patón destaca de este ciclo literario su riqueza en ilustraciones y simbología y en el efecto que consigue en relación con el espectador: "En muchos pasajes nos mete en la mente del Quijote y nos muestra lo que él está viendo".

La muestra puede visitarse de lunes a viernes, de 17.30 a 20.30 horas, y sábados, domingos y festivos de 12.00 a 14.00 y de 17.30 a 20.30 horas. Ayer se celebró el acto inaugural al que asistieron autoridades políticas y representantes de Afundación y Abanca, además de la coordinadora de la muestra, Charo Sanjuán y la coordinadora cultural de Abanca, Paloma Vela. La exposición ofrece también visitas didácticas a las que se han apuntado ya más de 500 escolares.

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