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Carlos González de la Cuesta: "Muchas alergias tienen que ver con mala alimentación, estrés o carencia de vitamina D"

El polen supone solo un 25% de los cuadros que atiende este servicio con alta prevalencia de alérgicos a los medicamentos

El doctor Carlos González de la Cuesta, ayer, en el Complejo Hospitalario de Ourense. // Iñaki Osorio

Las alergias no son patologías exclusivas de la primavera, pese a que es en esta etapa estacional cuando se activan las alarmas. El 25% de los casos que atiende la sección de Alergología del CHUO, coordinada por el doctor Carlos González de la Cuesta, son por alergia al polen, pero durante todo el año este poliédrico servicio atiende otros grandes grupos de alergias, en una sociedad con un sistema inmunológico más debilitado. Entre ellas están las alergias a los medicamentos propias de mayores polimedicados y las alergias a los alimentos. Eso sí, las alergias no son un problema genético que viene de serie con los individuos. Estrés, alimentación y estados carenciales de vitamina D tienen una gran influencia según este especialista.

-¿La entrada de la primavera supone también un pico de casos y pacientes para el servicio de Alergología del CHUO que usted dirige?

-La alergia al polen supone el 25% de los casos que tratamos, pero pese a que se disparan las alarma en el resto del país, aquí en Galicia son habituales los pacientes con alergias respiratorias o ácaros, especialmente en otoño o invierno.

-¿Cuáles van a ser los grandes enemigos para los que deben prepararse los alérgicos esta primavera?

-No suelen hacer la previsiones con más de tres días de antelación, pero posiblemente este sea un año bastante atípico y variable en nuestra zona. Si es una primavera lluviosa suele haber menos sintomatología, porque la lluvia deposita el polen en el suelo y no da síntomas. Por lo tanto es de esperar que sea en mayo o junio cuando realmente se presente el mayor índice de casos de alergia estacional a las gramíneas. Pero aunque esos son los que se llevan titulares, atendemos grandes tipos de alergias todo el año.

-¿Cuáles son estos cinco grandes tipos de alergia que atiende el CHUO durante todo el año?

-La respiratoria, que es la más frecuente, las alergias a los himenópteros, es decir, por picaduras, más frecuentes durante el verano. Las alergias alimentarias y las cutáneas y en nuestra provincia de referencia, Ourense, las que tienen más prevalencia son las alergias a medicamentos, porque tenemos mucha población mayor y que toma muchos medicamentos a la vez.

-¿Cuáles son las más habituales?

-La mayoría son respiratorias y el otro 30% medicamentosas, por lo que decíamos la población mayor que está polimedicadas.

-¿Por qué está aumentando tanto el número de niños con alergias muchos de ellos a alimentos ?

-Las alergias están aumentado en todas las edades e influyen factores como la contaminación o la exposición a elementos extraños. De hecho, en ocasiones es complicado llegar a un diagnóstico sobre las causas que lo producen. Pero en general tiene que ver con el tipo de elementos a los que se expone. Así hay más prevalencia de alergias al marisco, por ejemplo, porque en Galicia se consume mucho más que en otros países de Europa. Trabajadores expuestos a determinados productos químicos pueden acabar sensibilizándose y por ejemplo un 20% de los trabajadores de la pizarra acaban desarrollando alergia al látex al utilizar este tipo de guantes en su trabajo diario. Eso incluso obliga a tomar medidas extremas con los productos que se emplean con estos pacientes de la pizarra, cuando tienen que entrar en quirófano. En general estrés o hábitos de vida también pueden a acabar desarrollando asmas y otros tipo de alergias.

-¿Esto quiere decir que una vida sana reduce la posibilidad de que tengamos una alergia?

-Sin duda. Cada día hay más niños alérgicos al huevo o a la leche, algo que no ocurría hace unos años. El sistema inmunológico de las personas está cambiando y el de los niños es más débil, a lo que se suma que comen menos verduras, frutas frescas, se les administran más vacunas, tienen menos vida al aire libre. Nuestro sistema inmunológico, que estaba diseñado para defendernos frente a parásitos, ahora no responde igual.

-¿Cómo afecta el estrés al sistema inmune?

-El estrés deprime el sistema inmunológico y se ven más enfermedades autoinmunes. Comer bien, hacer ejercicio, tener una mente relajada y positiva, tomar el sol con moderación, todo eso ayuda. Ahora hemos pasado de una vida al aire libre a todo lo contrario e incluso cuando tomamos el sol, lo hacemos con tal cantidad de fotoprotector, que no se consigue absorber la vitamina D, fundamental también.

-¿La vitamina D es otro factor de autoprotección de alergias?

-La carencia de vitamina D se asocia al aumento de todas las enfermedades crónicas, pues es no solo una vitamina que mejora los huesos, sino una hormona que estimula nuestro sistema inmunológico, previene tanto alergias respiratorias como de otro tipo.

-¿Estos estados carenciales pueden mejorar a través del consumo de alimentos que tengan esta vitamina o simplemente con exposición al sol basta?

- No siempre es suficiente a través de la alimentación o los baños de sol, pues hay épocas del año que el sol nos llega en horizontal y es insuficiente. Por eso los expertos recomiendan por encima de las mil a la tres mil unidades de vitamina D al día, estamos hablando de niveles mucho más altos que los se daban para el raquitismo. Está claro que no es malo tomar suplementos en otoño e invierno.

-¿Funcionan las nuevas vacunas en los casos de las alergias más severas?

-Las vacunas hoy en día son muy bien toleradas y en el 80% de los casos revierten esa alergia y tienen un efecto remanente que puede durar en los que se vacunan hasta cinco años. Hay incluso vacunas orales o sublinguales para personas con miedo a las agujas que valen para tratar alergias a ácaros animales. Sí se ha evolucionado en ese aspecto y hay tratamientos adaptados para muchos tipos de alergias.

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