Los años pasan y el poblado de gitanos de A Fontela, perteneciente al Concello de Maside pero que está situado justo en una de las entradas de O Carballiño, sigue sin cambiar de ubicación ante la demora del proyecto de dotación de 25 viviendas en otro emplazamiento. Una situación que preocupa al BNG carballiñés que piensa retomar esta vieja reivindicación.

El portavoz nacionalista, Chema Ferreiro, recuerda que ya siendo él delegado de Vicepresidencia e Iguadade e Benestar se compraron los terrenos y los gitanos incluso firmaran la aceptación del derribo de las chabolas, pero "vino el cambio de gobierno y quedó en nada". Dice que él fue a Andalucía y a Madrid para ver unas casas de asentamientos de gitanos y chabolistas y se había acordado hacer casas de módulos, que se hacían en fábrica y se montaban en 48 horas, y por las que pagarían un alquiler simbólico.

"La idea estaba muy avanzada pero quedó en nada", dice Ferreiro, quien lamenta que el Concello de Maside no se implique más, y asegura que quien más sufre esta demora es O Carballiño. Asimismo, destaca que este asunto no atañe solo a la Xunta sino también a Fomento ya que el poblado está en una carretera nacional por la que cruzan de forma insegura los perros y vecinos del poblado gitano.

Cabe recordar que la Xunta tenía consignada para 2012, a través del Instituto Galego de Vivenda e Solo, una partida de 164.000 euros para concluir los accesos y demás servicios de dichas viviendas sociales y 1,5 millones más par su construcción.

La intención era la construcción de casas prefabricadas de madera propuesta por el gobierno bipartito en la Xunta, que finalmente se descartó cuando llegó el PP, para reducir costes. Se optó por tres edificaciones, con viviendas unifamiliares, de carácter residencial.