La Oficina Técnica de la Sequía de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, CHMS, se reunió este lunes en Ourense y acordó mantener la prealerta por sequía para toda la demarcación y el seguimiento continuo de todos los indicadores. No es momento todavía de aplicar restricciones pero sí de cuidar el consumo tanto en los hogares como en la administración, especialmente en los baldeos de calles y aceras. Aún cuando las precipitaciones de la primavera que entra el próximo martes fuesen las normales para la época, las reservas hídricas para el verano serán bajas.

La citada oficina técnica, formada por el comisario de aguas, el director técnico, el secretario general y el jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHMS, se constituyó el pasado 13 de enero, en pleno invierno, ante las escasas lluvias y los bajos niveles que presentaban los ríos de toda la demarcación, una situación atípica que no ha mejorado en los dos meses siguientes y que anticipa una primavera y un verano con indicadores bajos en el ciclo del agua.

A una semana del inicio de la primavera, la precipitación acumulada desde el 1 de octubre de 2016 es de 460,1 litros por metro cuadrado, una cifra muy alejada de los 947,1 registrados en el mismo período el año pasado, un ejercicio marcado por los temporales de lluvias y varios episodios de desbordamientos. En referencia a la media histórica (743,2 l/m2), este año ha llovido un 38% menos.

El presidente de la CHMS, Francisco Marín, señala que las lluvias registradas en marzo han mejorado la situación pero no lo suficiente como para que se plantee la desactivación de la prealerta. "El año pasado los embalses estaban prácticamente llenos y aunque desde enero los indicadores han mejorado, los caudales siguen siendo anormalmente bajos", explica.

De ahí que la oficina técnica haya acordado hacer seguimiento de la evolución de las precipitaciones. "Por el momento no se contempla ninguna restricción, mantendremos la vigilancia esperando que no empeore", indica Marín.

En la última semana se registraron 6,3 l/m2 y la anterior 33,2. El grueso de las precipitaciones se concentró en tres períodos en octubre, noviembre y enero-febrero, en los que se recogieron 365,3 de los 460,1 l/m2, es decir, el 79% de la lluvia caída en el presente año hidrológico.

En cuanto a la reserva de agua embalsada, los pantanos de la demarcación están actualmente al 62,93% de su capacidad máxima. El volumen se ha incrementado un 1,24% con respecto a la semana anterior, pero la ocupación es un 22,7% más baja que hace un año, cuando los embalses estaban al 84,62%. En relación con el promedio histórico, la reserva por estas fechas es de un 74,8% lo que significa que los embalses están este año un 12% por debajo de su media.

El embalse de Velle, en el término municipal de Ourense está al 76% de su capacidad máxima, y el de Albarellos, en el Avia, se sitúa en el 58%. La ocupación del Cenza, Chandrexa, Edrada/Mao y Salas están por debajo del 50%, mientras que otros como los de Santo Estevo y San Martiño, en el Sil, registran un volumen por encima del 90%.

El 63% de ocupación a las puertas de la primavera es un registro que no se producía desde hace cinco años. En la misma época de 2012 la ocupación era del 58%. En años anteriores, se registraron niveles inferiores al actual en 2008, 2005 y 2000.

Por último, en lo relativo a los caudales circulantes, la situación es similar a la de las semanas anteriores, según los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Se trata pues de niveles bajos para esta época del año, especialmente los ríos Limia y Arnoia, el Sil en O Barco y el Miño a su paso por Ourense.