M. J. P., un hombre de 55 años, natural de Ribadavia, llegó ayer a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía que rebaja a 4 meses y 15 días de prisión -no tiene antecedentes-, multa de 270 euros y 3 meses sin poder dedicarse a la construcción. Es responsable de un delito contra la ordenación del territorio. El acusado reconoció su culpa y se le aplica la atenuante muy cualificada de reparación del daño, puesto que ya ha demolido dos galpones sin licencia cuya construcción promovió para uso agrícola en septiembre de 2013, en suelo no urbanizable.

Levantó los dos alpendres en un parcela de su propiedad con una superficie de 1.545 metros cuadrados. Uno de los galpones estaba situado a 26,5 metros de la arista exterior de la calzada de la nacional N-120. Con estructura metálica y chapa, estaba cerrado por tres de los lados. Medía 8,6 por 10 por más de 4 metros de altura. El acusado lo usaba para guardar maquinaria y útiles agrícolas. El otro galpón estaba a 15 metros de la carretera, con las caras norte y este abiertas. Medía 9,5 por 11 y más de 4 metros de altura. Esta construcción se usaba para almacenar y partir leña, así como para guardar paca de paja.

El acusado actuó a sabiendas de que carecía de licencia municipal para la obra y de autorización urbanística de la Xunta. Además, el terreno está dentro del límite de protección de un espacio natural. No había posibilidad de que los galpones fueran legalizables.