Desde que estalló el conflicto ninguno de los cinco accionistas de la Sagep de Vigo se había pronunciado sobre la reforma de la ley que ya no les obligará a seguir en su capital ni a imponerles la contratación de los 110 estibadores. Pero ayer rompió el silencio el director de Kaleido -propietario de Estibadora Gallega-, Xoán Martínez, para criticar la huelga anunciada. "No es la manera de afrontar un cambio que ya se está demorando mucho", explicó.

"El cambio es brutal sobre todo para las empresas que exportan e importan, que pasan a solicitar un servicio liberalizado en vez de uno que está encorsetado en la forma de trabajar, que es anacrónica y no tan competitiva", apuntó. Martínez vaticinó que la diferencia para las empresas "será muy grande" tanto en términos tarifarios como de tonelaje" y auguró que Vigo "recuperará muchas toneladas que se marcharon en esta última década".