Al comisario elegido para poner orden en la Policía Nacional en Ourense, tras la peor crisis de su historia, le queda menos de un año para jubilarse. Antonio Álvarez Valencia (Muiños, 1953) dejará el cargo por jubilación a finales de enero de 2018. Hace unas semanas fue confirmado oficialmente para un puesto que desempeñaba, en funciones, desde abril de 2016. Llegó convencido por el jefe superior en Galicia para que impusiera normalidad tras la muerte de un agente que una juez investiga bajo secreto desde abril, la crisis de los anónimos que airearon el mal clima interno, la Zamburiña (4 agentes antidroga investigados por presunto trato de favor a confidentes) y el robo de pistolas (faltan 3 por aparecer). Álvarez Valencia quiere celebrar la resolución del crimen de Socorro Pérez, agredida sexualmente y asesinada en mayo de 2015 tras ser asaltada cuando hacía deporte en el monte Seminario, en las afueras de Ourense. Son los grandes retos pendientes de un jefe provincial en cuyo mandato, sin embargo, han disminuido las cifras generales de criminalidad, aumentado las detenciones y mejorado la transparencia.

- Tras ser confirmado oficialmente como comisario jefe le queda menos de 1 año en el puesto. ¿Ha logrado la estabilidad que se pretendía cuando llegó en abril?

- Entre lo que llevo y lo que me queda son casi dos años, por lo que considero que es tiempo suficiente para estabilizar una situación.

- Nos dijo ante el jefe superior que una de sus mayores preocupaciones es resolver el crimen de Socorro y esa crisis interna de las armas robadas y los anónimos. ¿Le llegará el tiempo?

- Es complicado porque son dos casos muy complejos. En el de Socorro la dificultad fue la tardanza en encontrar el cadáver pero tenemos líneas interesantes de investigación y se está trabajando mucho, sin descanso: se han hecho más de 4.000 gestiones sobre este caso, nos apoyan investigadores de Madrid y se está investigando absolutamente todo.

- La familia se concentró en enero para urgir noticias y soluciones al crimen. Fue muy crítica con la labor policial tras la desaparición.

-Es lógico que la familia quiera que se resuelva el caso de un ser querido que fallece en unas circunstancias tan terribles. Pero tengo constancia que el entorno más próximo a sus padres no tiene esa percepción sobre nosotros.

- ¿Mantiene contacto con ellos tras aquella reunión en verano?

- Mantuve un contacto telefónico otra vez, para tranquilizarlo, diciéndole que seguíamos trabajando, y prometí avisarlo cuando tuviéramos un avance significativo y estuviera próxima la resolución del caso. Cuando sucede la primera persona a la que llamaré será él.

- Un policía muerto en su despacho, anónimos y tres armas sin aparecer. ¿Hay más agentes implicados?

- Está secreto de sumario, con lo que lo único que puedo decir es que también se sigue trabajando y veremos a dónde lleva.

- ¿Le sorprendió que un nuevo anónimo llegara directamente a la juez, enviado desde Santiago?

- Conozco de su existencia porque me lo comunica la juez, pero es un tema de valoración de ella y prefiero no tener opinión.

- ¿Cuál es el ánimo actual de la plantilla tras todo lo que pasó y transcurrido ya un tiempo?

- Lo que sucedió generó una desconfianza grande en la plantilla, pero al final lo que tiene que primar es la profesionalidad. Nadie ignora lo que ha pasado pero eso no es óbice para que cada uno desarrolle su función. Según mi opinión el clima de la plantilla es buena. Los jefes de brigada han aceptado mi filosofía de trabajo y me han apoyado. En las jerarquías inferiores, los policías se implican. Esta es una institución importantísima para la ciudadanía porque trabaja por la seguridad de la gente.

- El jefe superior de Policía en Galicia destacó a esta comisaría por sus "excelentes resultados". La criminalidad ha caído un 3,3 %.

- Los resultados han sido extraordinarios. Destacaría que en todo 2016 los datos de homicidios, violaciones y atracos con armas de fuego fueron 0. Ese es un resultado muy importante para una ciudad de 106.000 habitantes. Ante los repuntes de robos en establecimientos y vehículos, la respuesta de la comisaría fue muy buena; los autores más importantes están en prisión o fueron detenidos. Además de la reacción en la calle también es óptima la calidad de los atestados.

- ¿Hay relación entre la adicción a las drogas de algunos reincidentes y el repunte puntual de delitos?

- Hay delincuentes que tienen tal dependencia que necesitan disponer de efectivo todos los días. La relación entre drogodependencia y reincidencia es muy alta. Los robos en establecimientos son el principal delito al que se dedican.

- ¿El ingreso en prisión, donde el consumo está prohibido y hay programas de desintoxicación, es la mejor solución para ellos?

- Depende de la toxicomanía que presenten, pero un largo tiempo en prisión o en un centro ayuda a que se desintoxiquen. Si en el exterior existe apoyo familiar y social pueden estabilizarse. Si recaen pueden descontrolarse y necesitar imperiosamente dinero para satisfacer su adicción. La cárcel para muchas de estas personas es una buena herramienta, porque tienen un desarraigo familiar y se juntan con otros de su mismo entorno que les perjudican, teniendo solo un estado de drogodependencia que los obliga a buscar dinero todos los días, motivo por el que reinciden.

- ¿Necesitan a fiscales y jueces sensibilizados con el riesgo de que estos delincuentes estén libres? ¿Hay diálogo para que lo vean así?

- En los casos con multirreincidentes hacemos lo que se llama una diligencia informe, donde explicamos al juez la situación personal para que, aparte del delito cometido, tenga un conocimiento de causa a la hora de decidir.

- En una provincia como esta, de las más castigadas por el fuego, la detención de un incendiario, año y medio después, gracias al ADN, supongo que los enorgullece.

- Es importante porque esta persona, que no tenía antecedentes, ha sido enviada a prisión preventiva. Es todo un aviso a navegantes.

- ¿Hay patrullas suficientes ?

- Si hubiera más, mejor. Los fines de semana, aunque podamos estar escasos, tenemos un servicio por las noches, los Halcones. Damos respuesta a todas las llamadas del 091, más de 25.000 al año. El déficit de plantilla hace que se resienta la presencia agentes de seguridad ciudadana, pero hay que tener en cuenta que también ha de haber funcionarios en la oficina de denuncias, los calabozos, la unidad de atención a la familia y la mujer (UFAM)...

- ¿Tendrá agentes en prácticas en verano para paliar la actual carencia de 191 policías sobre 242 necesarios?

- Sí, con los que nos manden podrá haber más coches patrulla en la calle.